Entrenamiento del equipo de limon Jueves 08 de setiembre del 2011 Fotografa : MEYLIN AGUILERA (MEYLIN AGUILERA )
Aunque los números a veces son rojos, pues los ingresos no cubren el total de egresos, el club trata de superar la ausencia del dirigente Carlos Howden Pascall, quien desde el 2 de junio anterior descuenta seis meses de prisión preventiva como sospechoso de legitimación de capitales.
Y es que con Pascall los jugadores tenían todas las comodidades, mas sin él, el salario ya no llega de la forma acostumbrada.
Lindell Rouse, gerente general de los verdiblancos, aceptó que encontrar la plata para honrar las deudas es difícil, mas se hace.
“Hemos estado oyendo en los últimos días que el equipo es un desastre, que las finanzas están malas, pero no es así, a este momento hemos pagado el salario al 94 % de los futbolistas, además de que no debemos nada en cargas sociales”, indicó.
Rouse añadió que a la fecha deben ¢7 millones de salarios a algunos futbolistas y el entrenador.
“Estos jugadores son de los que más ganan, pero son como cuatro o cinco, la idea es que con ellos podemos estirar más la cobija”, comentó el gerente.
Con respecto al entrenador, Rónald
Durante la pretemporada Pascall aportó el 100% de los gastos. Para sobrellevar su ausencia, el club apostó por tocar puertas de patrocinadores, el alquiler del Juan Gobán para partidos y actividades extradeportivas, y por último la salida de Hernán Medford, gerente deportivo. Medford dejó la institución el martes anterior; anunció que se iba por los “problemas económicos del equipo”.
“También le tuvimos que decir a los padres de los niños de las divisiones menores que ayuden con la alimentación de sus hijos cuando los equipos van a jugar afuera. Mantenemos las ligas menores, pero solicitamos esa ayuda”, comentó Noel Ferguson, vicepresidente.
Ferguson dijo que tiene 22 firmas patrocinadoras, algunas en especie y otras con dinero.
Según este dirigente, el punto negativo dentro del esfuerzo que hacen por salir adelante es la falta de apoyo de los aficionados.
“Me duele que el pueblo no vaya a ver al equipo, si eso cambiara estaríamos mejor, en nuestros cálculos siempre creímos que la afición nos daría más apoyo”, indicó.
Aún así, Limón sigue luchando para sobrevivir cada quincena.