Alajuela. Alajuelense festejó su corona 26 en medio de los aplausos y cantos de una afición que esta vez sí estuvo a la altura de la ocasión.
Tras el pitazo final, se respetó a cabalidad la orden de no invadir el terreno antes de que se realizara la premiación, permitiendo al equipo celebrar el logro como lo ameritaba; abrazos y lágrimas brotaron de los actores del bicampeonato.
El primero fue Óscar Ramírez, quien lejos de dejarse llevar por la euforia, se mantuvo en la zona del banquillo y abrazó a su compañeros del cuerpo técnico.
El Machillo inició de inmediato su caminata hacia el centro del campo, donde sus eufóricos pupilos cantaban y cantaban ante los miles de aficionados que desde la gradería festejaron.
“Estamos felices, esta celebración es de ellos (jugadores). Yo me encontré un grupo muy bueno y en ellos ha estado la clave.
“Este trofeo creo que sabe más, se puede disfrutar más porque ya no teníamos la presión y la ansiedad y todo lo que rodeó al pasado”, expresó el timonel manudo.
Carlos Clark, quien actuó pocos minutos al final del juego, era uno de los más emocionados.
Con ambas manos en su cara, se dejó descansar un momento para asimilar lo que él y sus compañeros acababan de lograr.
“No hay palabras, es un sentimiento indescriptible. Creo que este equipo demuestra que lo ganado hoy (ayer) no es casualidad y que estamos para mucho más”, dijo el volante rojinegro.
También se dio otro hecho emotivo durante la celebración cuando los rojinegros alzaron en hombros a Cristopher Meneses, lesionado de un tobillo y quien pese a esto no quiso perderse de un festejo que él también ayudó a conseguir.
También hubo aplausos para Luis Marín, a quien la afición agradeció su carrera en medio de aplausos y el coro de “capitán”.
“Así lo soñé, así me imaginé que iba a ser. Yo no dudé de que me iba a ir así con el trofeo”, citó Marín.
Uno de los últimos en abandonar el campo antes de la premiación fue el propio Óscar Ramírez, quien acompañado de sus hijos ingresó al camerino abrazado por ellos y acompañado de las lágrimas de felicidad de sus retoños.
Al final el equipo fue premiado como se merece y una vez concluido el acto se abrieron los portones para que la afición, ahora sí, festejara el bicampeonato con sus héroes. La fiesta fue completa anoche en el Alejandro Morera Soto.