Alajuela Su noche se inició con una silbatina que le retumbó en los oídos cuando salió a calentar. Fue de los primeros en saltar al terreno de juego, acompañado de Daniel Cambronero y el preparador Miguel Segura.
El portero de Herediano, Leonel Moreira, ya sabía que iba de titular en el Morera Soto y durante el calentamiento se le observó seguro.
Ya en el partido, el cronómetro no había marcado el primer minuto de juego cuando Moreira había cometido lo que fue su único error de la noche.
El guardameta tuvo una pésima salida ante un centro de Kenner Gutiérrez, jugada que condujo a la anotación de cabeza de José Guillermo Ortiz.
Luego de la acción, nadie le recriminó su fallo, el meta se fue corriendo unos cinco metros a reclamarle al asistente Osvaldo Luna, pues a su juicio, hubo falta en una acción previa al gol.
Su rostro lo decía todo, estaba más que enojado y cómo no, si le sucedió lo mismo que en la semifinal ante Santos, algo similar a hace seis meses en la final del Invierno 2014 contra Saprissa, y muy parecido a lo que vivió en la final del Verano 2013 frente a Cartaginés.
Moreira no vio la celebración de los rojinegros, inclinó su cabeza hacia abajo, se tocó su hombro derecho y luego se resguardó en el centro del área chica.
Los defensas Keyner Brown y Luis Omar Hernández hablaron entre ellos. Ambos hicieron gestos de desilusión con sus manos, antes de que Hernández regañara a Dave Myrie.
Resistió la embestida. El guardameta soportó el ataque de un Morera Soto a reventar y aguantó insultos durante todo el partido.
Pasaron 25 minutos para que Moreira volviera a tocar el balón, en esa ocasión sí tuvo una salida atinada a un cobro de tiro libre de Pablo Gabas.
Un minuto después interrumpió satisfactoriamente el avance de Jonathan McDonald.
Después de eso, tuvo una primera parte sin mayor peligro, pero en el complemento le dio vida a su equipo con una tapada salvadora en el área pequeña.
A los 72 minutos, Johan Venegas se fue al ataque, burló a Edder Nelson y remató de pierna izquierda, el balón iba al marco y podía pasar por encima de Moreira, quien se estiró en su totalidad para desviar el remate.
Elías le salvó la noche. Casi al cierre del partido apareció Elías Aguilar como guardián de los sueños florenses. El tanto del mediocampista significó el 1-1 al 84’.
En ese momento, mientras todos los jugadores festejaban, Moreira lo hacía en solitario.
El guardavallas abrió sus brazos, miró al cielo y gritó como nunca. Sabía que Aguilar había enmendado su error. Su festejo fue como cuando a uno le vuelve el alma al cuerpo luego de un susto.
Luego de unos segundos, llegó Luis Omar Hernández, le tocó la cabeza y le dio un abrazo. Fue el único de sus compañeros que lo celebró con él.
Una vez concluido el juego, Moreira reconoció su equivocación ante las cámaras de Deportes Repretel: “Uno tiene que aceptar si estuvo dentro del error o no, yo lo acepto, el portero siempre va a estar dentro del error”.
Por su parte, el técnico Odir Jacques se achacó la culpa por alinearlo en la titular.
“No solamente se equivocó hoy, ha pasado varias veces, pero somos humanos y podemos errar. La responsabilidad no es de Leo, es mía”, concluyó.