Al retornar al Herediano su deseo era al menos jugar un torneo y retirarse campeón con el club de sus amores.
Las lesiones al principio le cortaron la regularidad en el Team, pero el defensor Leonardo González, apoyado en su experiencia, logró consolidarse en un grupo muy competitivo y alcanzó su objetivo de alzar la copa con los rojiamarillos.
Tres torneos cortos después, González, a sus 36 años (cumple 37 el 21 de noviembre), se consolidó como el jugador más regular de los rojiamarillos en el campeonato, al sumar en cancha 1936 minutos de acuerdo a las estadísticas de la Unafut.
El zaguero además ha jugado en 22 compromisos, de los cuales actuó en los 90 minutos en 20 y solo se ausentó en cinco duelos del cuadro dirigido por Hernán Medford.
"La verdad estoy agradecido con Dios porque he tenido bastante oportunidad y porque también no he tenido ninguna lesión que me afectara. Esperamos cerrar el torneo de la mejor forma. Queríamos llegar lo más rápido posible a la final pero no se pudo, por lo que hay que guardar la calma en estos momentos", indicó el veterano González.
De momento, Leonardo está concentrado en el duelo ante Limón de este domingo a las 2 p. m. en el estadio Rosabal Cordero, donde el Herediano debe ganar por más goles que el Saprissa, que se mide al Santos, para alcanzar la ansiada final.
"Debo agradecer a Dios por la oportunidad que me dio el Herediano y la confianza de los compañeros y el cuerpo técnico, porque este es un grupo competitivo", dijo González, quien hoy en día echa mano a su experiencia y colmillo para marcar a delanteros más jóvenes que él y sacar ventaja en el mano a mano.
El zaguero florense, quien jugó en la MLS con el Seattle Sounders, de momento no piensa en su futuro. Esperará a que termine el Torneo de Verano para saber cuál es su estado físico, su motivación y deseos de continuar defendiendo los colores de su querido club.