Steven Bustos es uno de los seis afortunados jóvenes de Guararí de Heredia que tienen previsto llegar este viernes a Madrid, España, con la ilusión de conocer a Keylor Navas así como las instalaciones del equipo merengue.
Ese sueño de Bustos estará acompañado por el deseo de entregarle a su ídolo un tesoro que conserva desde la niñez: unas espinilleras de cartón.
La historia que hay detrás las hace ser un tesoro para la vida de este joven de 16 años.
Desde niño Steven ha sido un fiebre del fútbol y aunque las condiciones económicas le han puesto barreras para practicarlo, siempre mantuvo vivo el objetivo de cumplir sus metas. Es por eso que utilizó las espinilleras de cartón cuando no pudo comprar unas reales.
"Lo primero que quiero hacer cuando llegue a Madrid es conocer a Keylor y darle un regalo; le llevo algo muy mío para él, algo con lo que he crecido", dijo Bustos el miércoles a La Nación.
Aunque en ese momento aseguró que no quería decir cuál era la sorpresa, el jueves, cuando viajó a España, mostró el regalo que le lleva al arquero nacional.
Su objetivo es apoyar a niños y jóvenes en riesgo social desde tres prespectivas: la académica, social y deportiva.
"El programa incluye la formación integral y en este caso premiamos los valores, la parte deportiva y su rendimiento académico, que es un requisito indispensable para pertenecer a la Fundación", aseguró Alex Fernández, presidente de la Universidad Latina, empresa que junto a Globalvía 27 son las que hacen posible este viaje.
Los seis jóvenes ganaron este premio por obtener las mejores calificaciones en sus diferentes centros educativos, además del avance deportivo mostrado.
"Cuando nos dieron la sorpresa fue como un shock, no lo creía, incluso todavía no lo creo, parece irreal", comentó Jafet Sibaja.
Pero ese sueño sí será posible gracias a la disciplina que han mostrado durante varios años en la Fundación, que además ha logrado modificar la vida de todos ellos.
"Siempre he pensado que a mí nadie me tiene que quitar el sueño que tenga, no puede venir nadie de la calle a arrebatarme lo que yo más quiero, entonces siempre he luchado y guerreado", agregó Bustos.
Steven es consciente de sus condiciones económicas, pero eso no le ha quitado el ánimo para perseguir los anhelos, pese a que en ocasiones tuvo que abandonar escuelas de fútbol por falta de dinero.
"Estuve en un equipo en Herediano, pero era diferente, porque muchos eran de otra clase y por ser de bajos recursos me dijeron que no podía seguir. En la Fundación no se hace esa discriminación, con todos es por igual. Uno valora lo que hacen ellos por nosotros; deseo que sea sábado para ir a entrenar", explicó.
Criterio similar comparte Justin Madriz, quien también agradece el avance que ha logrado desde que está en la Fundación.
"He mejorado mucho en condición, tiros, precisión... es una muy buena escuela. Mis papás no tuvieron que gastar plata, solo en medias y espinilleras, porque los tacos me los regalaron", expresó.