El Juzgado de Trabajo de Heredia le envió ayer un documento a la Unafut en el que establece que la franquicia de Liberia Mía no puede desaparecer del futbol mayor.
En el escrito, del cual este diario tiene copia, se indica que el pasado diciembre dicho juzgado le ordenó a la Unafut y a la Fedefutbol que debían congelar esa franquicia.
La carta fue entregada a la Unafut ayer a las 8:50 a. m., y está firmada por la jueza Ingrid Gregory Wang, quien lleva el caso de la demanda contra Liberia Mía de los futbolistas Pablo Salazar y Minor Díaz, por impago de salarios.
Gregory Wang le indica a la Unión Nacional de Futbol que tiene cinco días para enviar “un informe detallado sobre el estado actual, y el status (sic), de la franquicia”.
“Con el fin de aclarar la situación en ese sentido, diríjase este oficio a la Unión de Clubes Futbol de Primera División, haciéndole advertencia de que la franquicia de Liberia Mía, utilizada en algún momento por Barrio México, está a la orden de esta autoridad judicial”, reza la nota de dos páginas.
“Se les recuerda que las leyes costarricenses están sobre cualquier normativa deportiva, y el incumplimiento de la orden de un juez será penado con delito de desacato a la autoridad a las personas responsables”, cierre la carta, con fecha del viernes 17 de junio.
Tras conocer el documento, Allan Artavia, secretario del Consejo Director de la Unafut, dijo estar tranquilo. “Es simplemente rendir un informe, no está solicitando –la jueza– que se reinstale al equipo”, expresó Artavia.
El secretario se refiere a la decisión tomada el 1.º de marzo anterior por ocho de los 12 equipos, los cuales desafiliaron a la franquicia.
“La resolución da a entender que al no estar en Primera (la franquicia de Liberia) pierde valor”.
Por su parte, Luis Cubillo, presidente de Liberia Mía, alegó: “Habrá que esperar la decisión de Unafut, a ver si decide hacer caso al juez y reintegranos”, indicó.