Posar con la camiseta de uno de los clubes grandes suele ser un momento sublime para quienes provienen de un equipo de menor perfil.
La cruda realidad llega casi de inmediato: ganarse un espacio implica pasar por un camino de espinas y pagar en el banquillo su permanencia.
En los últimos 11 torneos cortos, 52 futbolistas dieron el salto, sin escalas, de un plantel modesto a uno de mayor abolengo, no obstante, solo siete de ellos jugaron el 50% o más de los minutos en su primer campeonato corto.
Así lo demuestra un estudio elaborado por La Nación que tomó en cuenta los fichajes criollos realizados por Saprissa, Alajuelense, Herediano y Cartaginés entre el Invierno 2012 y el Verano 2017.
Los casos de productividad quedaron retratados en Johan Venegas cuando pasó de Puntarenas a Alajuelense (50% de los minutos en el Invierno 2013), Edder Nelson, también del Puerto pero a Cartaginés (86%, en el Invierno 2012); Jameson Scott de la UCR a la Vieja Metrópoli (92%, en el Invierno 2014), Allan Miranda de AS Puma a Herediano (84%, en el Invierno 2015), Roy Smith de Santos al equipo brumoso (63%, en el Verano 2016), Johnny Woodly de Carmelita a la Liga (56%, Invierno 2016) y Gerson Torres de Belén al Team (65%, en el mismo semestre).
De los siete jugadores citados, nadie completó el 100% del tiempo en la cancha.
Del mismo modo, por diferentes razones, todos ya abandonaron esos planteles.
En el pasado Verano 2017 ninguno de los cinco fichajes ejecutados superó la cuarta parte de los minutos.
Ese el fue el saldo de Yostin Salinas, de Limón a Saprissa (20%) y Aarón Cruz, de la U a la S (26%). Mientras que el minutero no pasó de cero para el arquero Marco Madrigal, de Santos a Cartago, y Roberto Córdoba de San Carlos a la Liga.
En el certamen anterior, el Team fue el único que no pescó en clubes de un arraigo menor. Sin embargo, de cara al campeonato venidero ya concretó seis.
Precisamente para el Invierno que se iniciará el 30 de julio, los equipos citados metieron en sus nóminas a 16 hombres que, solo meses atrás, defendían la camiseta de un plantel menos tradicional.
Un paso muy serio. “Lo que pasa ahora con muchos jugadores es que piden sin demostrar, se quedan con que les den un carro y con eso están felices. Quizá también les falta rozarse con futbolistas de experiencia que los guíen para lograr cosas buenas”, dijo el exvolante Rodrigo Rocky Cordero, sobre el por qué el paso fallido en general.
Por su parte, el eslovaco Jozef Miso es del criterio de que “en los equipos grandes hay mucha presión” y explicó que la afición dicta sentencia, especialmente, cuando el futbolista traza las primeras pinceladas ante los ojos de la fanaticada.
“Los jugadores que empiezan mal después no logran recuperarse y pierden confianza. Y no despegan en los equipos grandes”, dijo Miso.
José Francisco Cocha Alfaro es del criterio de que una parte de los jugadores no asumen con seriedad el paso que dan. Y la falta de compromiso termina pasándoles una alta factura.
“Con todo respeto, siento que, pese a que hay jugadores con más talento que en mi época, son muy light , uno lo siente y lo ve. Desearía ver más esfuerzo combinado con las condiciones que tienen”, apuntó.
Colaboró Andrés Navarro.