El 2014 fue un año difícil para el delantero Jonathan McDonald, por cualquier lado que se le mire, pero en este 2015 recuperó a su familia y, de manera paralela, brotaron los goles.
La relación con Dios y la familia, las bases principales en la vida de Mac, no estaban fuertes.
A mediados del año anterior, circunstancias lo llevaron a separarse de su esposa.
En el fútbol vivió un Torneo de Verano complicado: la afición lo señaló como villano tras fallar un penal en la semifinal ante el Toluca y la expulsión en el juego de vuelta en la final ante el Saprissa, que perdió la Liga 1-0.
Hasta portó el cartel de transferible a finales de mayo.
No obstante, el goleador del torneo recibió el 2015 con metas claras. Se trazó objetivos personales, familiares y deportivos.
Los puntos por alcanzar estaban claros: en lo colectivo, buscar el título del certamen de Verano y en la Liga de Campeones de la Concacaf. En lo individual, superar su mejor registro de goleador con la rojinegra (ocho tantos) y “enderezar” su vida personal.
Según le dijo el jugador a La Nación , hace tres meses volvió con su esposa, Andrea Duarte, y sus dos hijos. Y el goleo creció como bola de nieve, fecha tras fecha, al punto de que la cima de los gatilleros es suya.
También asiste a una iglesia evangélica en Alajuela.
Además, el “19” tiene a su consejero. Su padre, Jasper McDonald lo acompaña en cada juego en el Morera Soto y, a menudo, cuando le corresponde jugar fuera de Alajuela, es quien le ayuda a planificar el compromiso.
“Jonathan ordenó algunos puntos por los que todos pasamos en algún momento de la vida. Él pasó momentos difíciles, hace un año, era el jugador más delincuente; el jugador más malo del país y el que debía retirarse, lo hundieron. Hoy es todo lo contrario; pero es parte del fútbol”, aseveró Jasper McDonald.
En el grupo también le reconocen a su compañero el cambio radical respecto a meses atrás.
Patrick Pemberton le resalta la madurez. “Es un cambio radical, se ve más maduro. Siempre he creído que la base de una persona es la familia y él la ha retomado y se ve plasmado en la cancha. Los resultados de este torneo hablan por McDonald”, manifestó Pemberton.
De momento, todo marcha de acuerdo con lo planificado por McDonald y su papá. El liguista buscaba regularidad y aportarle al equipo con lo que le corresponde a un delantero: los goles.
“Nosotros no creemos en que todo cae por casualidad. Nos alegramos por lo hecho ayer (domingo), pero nada de eso tendría un sabor dulce si no se logra avanzar a la final; ahí celebraré un poquito. El mayor propósito en lo personal es lograr el campeonato, eso nos permitirá culminar lo que hemos planificado”, dijo Jasper.
McDonald invirtió los papeles. Ahora las críticas no lo persiguen y vive su mejor temporada, con 19 goles anotados.