“Hay equipos que celebraron campeonatos mandando a utileros a meterse a la cancha, a doctores a salir por los lugares más largos del terreno de juego y a futbolistas a perder tiempo; nosotros no lo hemos hecho y tampoco es aceptado acá”.
Con esta frase, Jafet Soto, gerente de Herediano, contraatacó a Saprissa y se sacudió de las críticas que lanzaron los morados, luego de que los juntabolas florenses escondieran las pelotas en los minutos finales del compromiso del domingo y retrasaran el duelo en el Estadio Rosabal Cordero.
La estrategia “parece” no tener autor intelectual, Jafet elude responsabilidades y solo atina a recordarles a los tibaseños que en el 2004 y el 2008 Abraham Galicia ingresó a la cancha para impedir que dos futbolistas de Alajuelense pusieran en disputa la redonda, y en ese momento en la S se prepararan a celebrar.
Aunque Soto niega que se diera una orden para que las esféricas desaparecieran, Henry Bejarano, central del duelo, lo reportó en el informe arbitral, según pudo conocer La Nación.
“Faltando cinco minutos, estaba cerrando temas de logística del juego con el encargado de seguridad y desconozco que se presentara un atraso con los balones, esa orden no se dio. Dentro de nuestra política y en nuestro reglamento interno el perder tiempo no se discute. Incluso, si un jugador pierde tiempo tiene una multa”, agregó Jafet.
En el bando saprissista prefirieron no entrar en discusiones con los florenses. Juan Carlos Rojas, presidente del Monstruo, enfatizó en que desde la llegada de Horizonte Morado a la administración del club, en el 2011, este tipo de situaciones no se aceptan, y por el contrario, afirma que buscan el juego limpio.
“Mi único criterio es que cualquier equipo, incluyendo Heredia, podrá tener la tranquilidad que en el Estadio Saprissa sí habrá juntabolas y balones disponibles hasta el pitazo final. El fair play es valor integral del Saprissa bajo Horizonte Morado”, manifestó Rojas.
Débil castigo. Aunque el Comité Disciplinario aún no emite castigo por el retraso del juego reportado en el informe arbitral del partido entre Herediano y Saprissa, el reglamento solo establece una multa de ¢100.000 si se da por primera vez, una de ¢150.000 si es la segunda o ¢200.000 si la conducta persiste más de dos veces.
Así está estipulado en el inciso B del artículo 18, reglamento disciplinario de la Unafut, por lo que los florenses o cualquier otro club que caiga en este comportamiento se exponen a un débil castigo.
Julián Solano, presidente de la Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División, recalcó que este ente no puede enviar a juntabolas propios para estas instancias o en la fase regular, como pasa en las finales; además, recalcó que el órgano correspondiente es el que estudiará el caso y profundizará.
“Si el árbitro considera que un equipo utiliza a los juntabolas para atrasar el juego, puede reponer los minutos que considere que se ha perdido”, recalcó.
Sobre la exclusión de Jafet Soto del compromiso, Solano aclaró que no se dio una expulsión, porque el gerente del Team no forma parte de la planilla deportiva, lo que se hizo fue retirarlo de una zona donde no podía estar (gradas que conducen a camerinos).
Antecedente
El exutilero de Saprissa, Abraham Galicia, fue protagonista en dos ocasiones de una intervención al juego, cuando Alajuelense atacaba al conjunto morado. La primera se dio el 22 de febrero del 2004, cuando el argentino Pablo Antonio Gabas intentó cobrar un tiro de esquina y el integrante del cuerpo técnico se le atravesó y le impidió cobrar.
DEL ARCHIVO Maña del utilero del Saprissa fue la más penada por Unafut
En el 2008, Galicia volvió a hacer de las suyas. Según un reporte de La Nación, en la final del certamen de Invierno, el exfuncionario morado volvió a intervenir en el cobro de un saque de esquina, en esa ocasión lanzado por Alejandro Juárez. En ese momento, Galicia recibió una multa de ¢590.000.