Herediano tiene un fortín, dos francotiradores, una ofensiva con barriles de dinamita y una muchedumbre que no deja huérfanos a los soldados en el campo de batalla.
Aunque está contra el paredón en la final, el equipo florense tiene razones para creer en la remontada ante Saprissa.
No se trata de una aseveración antojadiza, sino respaldada por argumentos de peso.
Para anotar, el Team dispone de Yendrick Ruiz, el goleador del campeonato invernal; junto a él, Víctor Mambo Núñez, el máximo artillero en la historia del fútbol costarricense.
Además cuenta con el estadio Eladio Rosabal Cordero que se volvió una fortaleza juego a juego y un fuerte muro defensivo de pocos agujeros.
“Somos un equipo arrollador. Sabemos que en casa, cuando metemos un gol, siempre ganamos. Y tenemos delanteros de gran capacidad. Vamos a darlo todo para conseguir el título 24”, aseguró el lateral Dave Myrie.
Heridos, por la derrota 4-2 en el juego de ida, los futbolistas de la escuadra herediana profesan optimismo puro.
“Tenemos el sinsabor de que jugamos bien en el Saprissa y queremos darle vuelta a la serie. Estamos convencidos de que podemos hacerlo”, recalcó el zaguero Keyner Brown.
Para machacar el discurso, el capitán Pablo Salazar insistió: “Somos Herediano y defenderemos la camiseta con todo”.