Heredia. Herediano vive una situación completamente anormal para llevar solamente cuatro partidos con un nuevo técnico.
Un sector de la afición ya gritó en el estadio que lo quiere fuera, jugadores emblemáticos tuvieron que salir a respaldarlo y este terminó diciendo que la culpa era evidentemente suya.
Y es que qué difícil es encontrar otro chivo expiatorio además de César Eduardo Méndez, el único ente distinto dentro de las paredes del Rosabal Cordero durante este “desplome” rojiamarillo.
Hace muy poco eran líderes del torneo y demostraban un fútbol arrollador. Ahora son un desastre. Tienen tres juegos de ni siquiera anotar en el Eladio Rosabal Cordero. No hay ni rastro de la seguridad en defensiva o el fuelle en ofensiva de antes.
Tan serio es el problema que los futbolistas en la rueda mediático lo reconocieron sin reparo. Y cuando eso pasa es que la situación es verdaderamente crítica.
“Estamos muy apenados. Desde que estoy en Heredia este es el momento más difícil que hemos tenido. Hemos trabajado muy bien con el ‘profe’, pero el rendimiento de nosotros ha bajado”, manifestó Yosimar Arias
“Solo quedan tres fechas y lo que nos queda es ser humildes y ver nuestros errores”, dijo el mediocampista, antes de empezar una encerrona en el camerino, la cual parecía iba en serio, pues en un momento se escuchó a Víctor Núñez gritando: “¡Aquí nos quedamos hasta la hora que sea!” Es que nadie en el seno florense entiende con claridad qué pasa.
Explicaciones. “Es como si la actitud, las ganas que teníamos, se hubiesen ido abajo. Nos pone tristes, porque el trabajo del ‘profe’ Méndez es bueno. No sé si es que no lo estamos entendiendo o no estamos siendo honestos con él”, adujo el volante Esteban Granados.
“El cambio de entrenador se ha dado para bien. Tácticamente se ha entrenado más. El trabajo del cuerpo técnico no está para señalar. Hemos fallado nosotros en la cancha. Hemos confundido el juego”, dijo el defensor Esteban Ramírez.
Méndez llegó de último a la conferencia de prensa. No obstante, lo hizo con el mismo rostro sombrío de sus dirigidos.
“Si yo fuera aficionado también diría, ‘¿qué se entrena ahí?’, porque el equipo no mostró lo que preparamos. Sin duda, el partido da para estar molesto”, apuntó el charrúa.
“Me sorprende ver tan poco, después de ya tener algo de trabajo. Habrá que hablar, porque necesitamos un cambio brusco”, añadió.