Con un cambio de actitud, Pérez Zeledón sacó la faena en casa al vencer 2-1 a Limón, en una cancha muy maltratada por la incesante lluvia.
El encuentro en el Sur fue intenso y atractivo desde el inicio, pues ambos planteles aunaron esfuerzos en procura del gol: los locales con la mira puesta en limpiar su cara luego del mal arranque en el Invierno y los caribeños con ansias de sumar como visitantes.
Los Guerreros cargaron su artillería y se fueron al frente desde los primeros minutos abriendo espacios con sus individualidades y atacando por los costados.
Limón, más tímido, le apostó al contragolpe, pero falló al definir en varias ocasiones.
Fue en el minuto 11 cuando los sureños abrieron el marcador con la anotación del delantero Ever Alfaro, quien recibió el esférico de César Elizondo para rematar certeramente desde los linderos del área y dejar vencido al portero visitante Dexter Lewis.
Con la ventaja a su favor, los locales manejaron el juego y la posesión del balón.
Así transcurrió la primera mitad, con acciones rápidas y vistosas en el fangoso terreno.
En el complemento, el ingreso del nuevo refuerzo Mario Centeno favoreció a los locales , pues con él se intensificó la ofensiva y hubo mayor claridad en los anfitriones.
El delantero Albán Gómez también puso su cuota de esfuerzo y fue desequilibrante para el rival con sus llegadas a marco y dando frutos en la meta que defendió Lewis.
Empero, los limonenses no bajaron los brazos y se mantuvieron constantes en el contraataque, pues Evance Benwell y Kurt Bernard asumieron un rol protagónico en aras de la paridad caribeña.
Sin embargo, las circunstancias resultaron adversas para los del Atlántico, pues Ricardo Harris cometió una falta sobre el habilidoso Centeno, que fue castigada con un penal, que Ever Alfaro convirtió en en el 2-0, al 71’.
El mismo Alfaro desaprovechó el cobro de otra pena máxima, que fue fácilmente atrapada por Lewis.
Pese a llevar el marcador en contra, Limón siguió luchando.
Sería en el epílogo cuando Kareem Maclean, marcó el gol de la honra para los limonenses, dignos rivales de los Guerreros del Sur.
Con el pitazo final llegó la alegría y los aires de tranquilidad en la casa generaleña, donde poco a poco salen de su mal arranque