Gerson Torres salió en el minuto 38 del campo, se sentó en el banco de suplentes y comenzó a llorar. Víctor Núñez lo intentó consolar; empero, el juvenil del Herediano no encontraba explicaciones a su cambio.
El volante aceptó, luego del compromiso, que la frustración lo invadió, sobre todo porque todavía era muy temprano para salir del terreno.
“Las lágrimas son de cólera; no sé cómo decirlo, yo quería jugar todo el partido, me sacaron muy temprano y eso me dio mucha cólera”, explicó.
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Torres no esconde que fue un partido duro para él. Sin embargo, no considera que estuviera jugando mal en el momento en el que Hernán Medford decidió enviarlo al banquillo para que ingresara Allan Miranda.
“Siento que el equipo no estaba jugando mucho y todo me lo pusieron a mí; pero bueno, hay que seguir trabajando y mejorar esos errores”, expresó.
El futbolista espera levantarse de este golpe personal y poder cerrar de la mejor manera la cuadrangular.
“Fue un partido que me complicó; pero pienso que tengo que trabajar más fuerte para prepararme de cara a lo que viene, que es todavía más duro”, finalizó.
Por su parte, el entrenador del plantel, Hernán Medford, respondió que no tiene por qué explicar las decisiones que toma y, además, añadió que en estas instancias del torneo, no se puede poner en sentimentalismos a la hora de hacer una variante.
“Solo hice el cambio y listo. A mis jugadores no les doy explicaciones y, por esto, tampoco lo hago públicamente. Él está en un proceso de maduración, está empezando, le falta mucho y tiene que asimilar las decisiones. No estamos para sentimentalismos y esto pasa a segundo plano en el fútbol”, declaró.
Al jugador se le vio impreciso en el toque de balón y también tuvo problemas en defensa, ya que José Salvatierra lo complicó.