El primer tiempo fue entrega, fervor, garra, buenas y malas maneras, yerros de terror y aciertos notables.
Los dos equipos llegaron en un plan que cada vez se ve menos en los partidos del campeonato tico: dispuestos a jugar, sin excusas, sin medias tintas, sin fingir, sin andar en nimiedades y en tonterías que cansan al espectador. Fue un choque de rompe y rasga.
Si estuviéramos hablando de una pelea de boxeo diríamos que hasta tuvo trazos de pelea callejera, no por la falta de calidad si no porque ninguno se dio tregua... de tal forma, que hasta Kevin Sancho y Víctor Núñez se dieron de golpes camino a los vestuarios, tras ser expulsados en la segunda mitad.
Que un partido se inicie en Costa Rica como el de anoche, con buen ritmo y en pro del marco rival, pues es de agradecer.
Herediano empezó con el pie en el acelerador, mejor en el pie a pie y con un balón en el poste derecho apenas al minuto 3.
Sin embargo, la Liga fue la que pegó y... ¡de qué manera!
En cosa de dos minutos, los manudos se pusieron arriba en el marcador: Diego Estrada y
La expulsión de Fabián Rojas dejó al
Si las dos expulsiones anteriores fueron atinadas, con las de Froylán Ledezma y Johnny Acosta no se puede decir lo mismo (al menos desde el inapropiado sitio que se le asigna a la prensa en el estadio florense).
Esteban Ramírez empató los números apenas al minuto de reanudación del partido.
Ramírez mismo provocó una falta de Luis Marín que Bejarano juzgó como penal. José Carlos Cancela cobró dos veces la sanción: la primera llegó a la red, pero el juez ordenó repetir y esta vez Alfonso Quesada contuvo.
Y ojo, la Liga pudo ganar en el cierre, pero le faltó tino y todo quedó en empate. ¡Vaya juego!