En los registros de la Federación Costarricense de Futbol no hay documentos que respalden la venta de 2.200 entradas para el Mundial de Alemania.
Así aparece en una auditoría de la empresa Carvajal y Colegiados hecha en el 2006, unos meses después de la cita germana.
Los auditores revisaron los comprobantes que documentan a quién se le vendieron cada uno de los 13.995 boletos que FIFA le entregó a la Fedefutbol para sus tres partidos mundialistas.
El informe señala que la venta de 2.251 entradas se hizo fuera de las instalaciones de la Federación, sin que existan recibos.
El viernes pasado
Los otros 2.183 aparecen como entregados a la “Comisión de Venta de Entradas”. Este fue un grupo de dirigentes que se encargó de manejar todos los boletos por acuerdo del Comité Ejecutivo de la época. Estaba conformado por Hermes Navarro y Luis Acuña.
La creación de este comité también fue cuestionada por la auditoría. “No existe evidencia, mediante acta del acuerdo, que ampare la legalidad de la conformación de dicha comisión, ni se sabe a partir de qué fecha empezaría a operar”, señala el informe.
Entrevistado en noviembre de 2006, Acuña dijo que él solo tuvo injerencia en las entradas que se colocaron entre aficionados y agencias de viajes costarricenses. Según dijo, de los demás boletos se encargó directamente Navarro.
El expresidente afirmó ayer, por su parte, que esos boletos se le vendieron a patrocinadores, pero negó que haya sido a la empresa mayorista de reventa Euroteam.
En los archivos de la Federación sí existe una lista con los nombres de las personas que compraron entradas, y de las 17 agencias de viajes de nuestro país que también obtuvieron una cuota de boletos.
No obstante, en el documento figuran dos renglones con el nombre de “Comisión de Venta de Entradas”. En uno aparece que este grupo recibió 1.983 tiquetes y en el otro 200 boletos adicionales, sin ningún otro detalle.
De acuerdo con los datos contables, hay registro de que por esas entradas ingresaron a la Fedefutbol 394.940 euros, que corresponden al valor nominal y a un sobreprecio de 10% autorizado por FIFA. Sin embargo, no hay recibos ni ninguna otra constancia sobre quién hizo los depósitos.
El periódico