Castillo, quien laboró como auditor externo de Provident Capital Indemnity (PCI) entre 2004 y 2010, aseguró que él fabricó los informes de la empresa basado en información falsa, y que esto lo hizo bajo las órdenes del propio Vargas.
Fue así como la Fiscalía tomó por sorpresa a la defensa, al utilizar a uno de sus principales testigos apenas en el segundo día del juicio que se sigue en contra del exdirigente costarricense.
Castillo, quien meses atrás se declaró culpable de sus cargos, llegó a la comparecencia vestido con ropa de cárcel y grilletes en los pies, pues permanece detenido a la espera de recibir sentencia.
El auditor subió al estrado por más dos horas. Ahí, uno de los fiscales le presentó una extensa lista de pruebas (la mayoría informes y correos electrónicos) para que él los ratificara como verdaderos.
En uno de estos correos, Castillo le expresó a Vargas su preocupación de que los reportes contables fueran objeto de una investigación, y cómo este hecho podría hacerle perder su licencia profesional.
El auditor continuó afirmando que él le había pedido a Vargas buscar clientes pequeños, ya que estos no pedirían mucha documentación, contrario a las empresas grandes, que necesitan cumplir una serie de reglamentaciones.
Asimismo, detalló cómo elaboraba los reportes contables en aproximadamente una hora y luego los enviaba a Vargas, para que este a su vez los presentara a eventuales inversionistas para hacerles creer que PCI era una empresa sólida.
En un momento de su relato, a Castillo se le quebró la voz y solicitó una pausa para tomar agua.
Fuerte. Además de Castillo, ayer la Fiscalía llamó a otros siete testigos a declarar en el caso.
Así, subieron al estrado otros dos privados de libertad: Brent Oncale y Tomme Bronsett; el primero, dueño y fundador de A & O, el segundo, agente de ventas ahí.
A & O era una empresa inversionista que precisamente ofrecía bonos de seguros de vida a eventuales interesados, con la promesa falsa de multiplicar su inversión.
La empresa y varios de sus funcionarios fueron declarados culpables de fraude el año pasado.
Tanto Oncale como Bronsett aseguraron conocer y haber tratado con Vargas en el pasado.
Otra testigo que declaró fue Nancy Ramírez , de la empresa calificadora de riesgo Dun & Bradstreet , quien explicó que cuando le solicitó a Vargas más información de PCI, este le envió uno de los informes elaborados por Castillo.
Los otros testigos que subieron al estrado fueron supuestas víctimas del fraude con bonos.