Limón Con cuatro pares de tacos en sus manos, algunos de ellos con señales de haber recibido un intenso uso, y un juego de espinilleras, Erick Scott dejó ayer, cerca de las 5:30 p. m., el Estadio Juan Gobán al que llegó para despedirse de sus compañeros.
Desde hoy, el artillero se integra al Municipal Liberia.
“La posibilidad de esta salida era algo que analizaba desde hace un mes, sin embargo, la decisión final la tomé el lunes y vine a explicarles a mis compañeros del por qué me vi obligado a este cambio de equipo”, aseguró el delantero al final de la práctica de ayer por la tarde, de la cual, él no participó.
A su juicio, en el equipo de Limón las “cosas están muy difíciles”, debido al aspecto económico, que se refleja en la dificultad de la institución para pagar los salarios al día.
“Yo tengo mis obligaciones, así como también deudas que honrar y, bajo el actual panorama, la situación me resulta insostenible”, dijo el futbolista, quien ha marcado ocho de los 15 goles que suma Limón en este certamen invernal.
Al preguntarle a Horacio Esquivel, entrenador caribeño, su opinión acerca de lo que significa la partida de Scott, su respuesta fue concreta y directa: “Es algo serio, perdimos a nuestro goleador”.
No obstante, el estratega se apresuró a aclarar que este desenlace los obliga a buscar y formar un nuevo romperredes lo más pronto posible.
Por su parte, el presidente del club, Carlos Pascal, admitió ayer que la decisión “es un duro golpe”, sin entrar a dar mayores detalles, pues lucía un poco desanimado.
El jerarca admitió que la institución atraviesa por momentos difíciles, porque las proyecciones financieras que hicieron antes de arrancar la temporada, no coinciden con los ingresos.
Pascal lo achaca a que algunos de los patrocinadores no respondieron como lo habían dicho desde un inicio, lo que disminuye los recursos.