Ciudad Quesada. Es norma en el fútbol y más si es una final: equipo que cierra en casa y sale ileso en el partido de ida, tiene más probabilidades de ganar la serie.
Aunque claramente un empate no decide el título, es más que obvio que la final de la Liga de Ascenso tiene inclinada la balanza a favor del equipo de AS Puma.
La equidad que deparó el primer round en tierras norteñas, deja a los sureños con la oportunidad de dar la estocada final desde su patio, ese que puede ser garantía si se sabe aprovechar.
Justamente, la opción que los locales de ayer desperdiciaron, luego de una primera parte para el olvido, y aunque el complemento fue solo suyo, no les alcanzó para sacar una ventaja que los tranquilizara.
Porque nadie puede ocultar que ese resultado le quitará el sueño a más de un sancarleño, mientras llega el próximo sábado, día de la vuelta de la final.
“Le logramos sacar un poquito más de ventaja al primer partido pero de nada va a valer si no le sacamos provecho allá en nuestra casa”, comentó el defensor generaleño Ronald Salas.
Es claro que luego de sacar una mínima ventaja un equipo se sienta optimista, pero en AS Puma trataron de no confundir esa sensación con triunfalismo, pues aún no han ganado nada.
Se sacuden la presión. Sus pechos vibraban como tambor pero sus palabras salían serenas y pacientes; expresiones que parecían venir de otro cuerpo ajeno al huracán de emociones que vivían los jugadores sureños.
Tal fue la tranquilidad e inteligencia desbordada por los generaleños que prefirieron tirarle la presión a su rival para el juego de vuelta en el Valle del General.
A pesar del 1-1 y de que cerrarán en su trinchera, los pumas aseguran que el favorito para ganar la final es San Carlos.
Ser una cara conocida en la primera división en años anteriores hace que los del sur digan que los del norte tienen la obligación de coronarse, un argumento que no pasa más allá de los estratégico.
“Ellos han jugado mucho tiempo en primera por lo que ya saben como es eso, por eso, los favoritos son ellos, no nosotros”, aseguró el capitán Marvin Chinchilla.
Aunque la moneda aún está en el aire y caerá hasta el próximo sábado, ayer se inclinó un poco más hacía el sur.