Hay ocasiones en las que un solo jugador puede cambiar la historia de un partido, para bien o para mal. Este domingo, Elías Aguilar fue la esencia del ataque rojiamarillo.
Jairo Arrieta celebró los goles, Leonel Moreira levantó los brazos después de dos buenas intervenciones, pero lo del volante ofensivo fue muy distinto.
El tan cuestionado ataque florense encontró en los pies de Elías la fórmula para sobreponerse a un corajudo equipo universitario, insistente, con argumentos en ofensiva y armas para dañar el ímpetu del Team .
Aguilar generó tres jugadas de gol y Herediano celebró tres veces: 100% de efectividad.
Aún cuando Arrieta tiene su mérito en la definición, la realidad es que cada anotación viene precedida por la calidad individual del volante de llegada.
Más cerca del área, Aguilar empezó su andadura con una gran jugada en la que se sacó dos marcas de encima y lanzó un pase filtrado para el guanacasteco, quien remató fuerte y al palo cruzado del arquero para abrir la cuenta apenas al 5’.
La antítesis de Aguilar fue el defensor Darío Delgado, endeble en sus intenciones de frenar las arremetidas del futbolista, quien tuvo libertad para moverse por todo el frente del ataque.
Pese a la displicencia en zona baja, con un bloque partido en el mediocampo, la U fue una escuadra peligrosa. Sin mezquindad para sumar hombres arriba el equipo de Mauricio Wright creó más jugadas de peligroque el Team , pero no las concretó.
De nuevo Aguilar, se inventó una maniobra desde el mediocampo para sacarse hombres de encima hasta burlarse al cancerbero Luis Alpízar y mandar el segundo gol a la red, en el 25’.
En el segundo periodo, los académicos adelantaron líneas en busca del empate. Mereció más, quizás, pero también apareció la figura de Leonel Moreira para realizar sendas tapadas y evitar los goles.
Aún así, Bryan Vega encontró el descuento al minuto 55, después de quitarse una marca de encima dentro del área.
Nunca se rindió la U . Apeló a las transiciones rápidas y el buen tránsito en la medular para poner en aprietos a la zaga, pero también dejó espacios.
En una contra, y tras otro error de Delgado, Aguilar penetró hasta el borde del área para darle una asistencia magistral a Arrieta, quien mandó el tercero al fondo de los cordeles, al 68’.
Respiro para Medford, quien tendrá que darle una palmadita en la espalda a Aguilar.