La lucha por tomar el control del fútbol costarricenses dejaría cicatrices en la dirigencia del balompié nacional, independientemente de cuál bando resulte ganador.
Puestos de dirigentes y técnicos podrían estar sujetos a lo que suceda en la votación del jueves en el Proyecto Gol.
La primera baja sería la del presidente interino Jorge Hidalgo. El dirigente que puso el rostro en el peor momento de la Fedefútbol en los últimos nueve años tras la detención de Eduardo Li en Zúrich, Suiza, tiene contadas las horas en el cargo.
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De ganar el grupo del herediano Orlando Moreira, habría un Comité Ejecutivo sin el respaldo de la mayoría de los equipos que conforman la Unafut, empezando por los más tradicionales: Alajuelense, Saprissa y Cartaginés.
A esto se le debe sumar una eventual salida del actual coordinador de selecciones menores, Marcelo Popeye Herrera.
El argentino ha tenido roces con Juan Carlos Román, presidente de Linafa y mayor proveedor de votos para Moreira.
El federativo cuestiona que el técnico no ha presentado un plan de trabajo para orientar y unificar el estilo de juego de las diferentes selecciones.Del otro lado, si triunfa Villalobos, Adrián Gutiérrez, presidente de la Comisión de Selecciones, no tendría opción de mantener el puesto.
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Gutiérrez fue pieza clave en el exitoso proceso de la Tricolor de la mano de Jorge Luis Pinto.
Es un dirigente que le apuesta a los procesos y que también defendió la permanencia del extécnico de Paulo César Wanchope, a pesar de los malos resultados deportivos en el 2015.
Ambos sectores consideran que las diferencias no deben causar cicatrices profundas y que la madurez debe imperar.
Daniel Vargas, presidente del Cartaginés, dice que, indistintamente del resultado, la disposición por colaborar debe primar.
“Esto es un proceso democrático, el bando favorecido tendrá la madurez para aceptar la ayuda del contrincante y, si nos toca ser desfavorecidos, nos pondremos a las órdenes de ellos. Digamos que esto es simplemente una diferencia de criterios”, dijo Vargas.
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Gutiérrez señaló que no hay motivos para pensar que haya una fragmentación en la dirigencia futbolística.
“Acá no va a pasar nada que no haya sucedido. La Unafut es una liga dividida, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo. Así ha podido llegar a acuerdos, la votación no va a deteriorar más las cosas”, explicó el presidente de la Comisión de Selecciones.
Las semanas previas a la elección fueron disputadas y se mostró un panorama electoral que no se veía hace nueve años.
Eduardo Li siempre obtuvo el consenso de las partes y, de no ser por su inconveniente legal, hoy estaría firmando su tercer mandato consecutivo.
Villalobos considera que su amigo tenía liderazgo y la fortaleza de su figura hacía que más de un detractor meditara muy bien cada movimiento.
“Las diferencias son de siempre, estando Eduardo (Li) las hubo, pero su figura tiene peso”, recalcó el federativo.