Tibás
La semana ha sido de vacas flacas para Saprissa. El domingo cayó goleado ante Cartaginés, el lunes despidió a Douglas Sequeira, el martes se anunció que Randy Chirino se ausenta de los entrenamientos, el miércoles conoció la sanción de seis meses para Mariano Torres. No obstante, ese día por la noche debutó Álvaro Saborío.
Contra Limón, Sabo tuvo pinceladas de su valía dentro de la cancha, mientras que fuera de ella, muchos de sus compañeros aseguran que es un líder.
La fría noche en Tibás recibió a uno de los hijos predilectos del campeón nacional. Se anunció por el altavoz que sería de la partida y la afición correspondió con aplausos.
El atacante salió a calentar con el resto de compañeros y la gente lo recibió con gratitud. En la grada más de uno llevó la camiseta número 24, en honor al delantero que está de vuelta en una cancha "de la que nunca se fue", según el propio artillero.
Carlos Watson varió su sistema táctico para jugar con dos puntas: Fabrizio Ronchetti y Saborío. El primero más de media cancha para adelante y el exlegionario en el área, donde es fuerte. Esa fórmula le resultó para liquidar el partido ante Limón (2-1) en 30 minutos.
Saborío realizó un par de regates, un remate directo que probó a Dexter Lewis, un disparo que mandó a la grada y un golazo que estuvo bien anulado por posición prohibida.
El ariete demostró su disposición táctica con el grupo, pues fue el primer defensor del equipo, fue el primero que retrocedió el bloque y en táctica fija siempre colaboró con la zaga. El miércoles en la noche fue el típico delantero de oficio que le agrada a Watson, según ha explicado en reiteradas ruedas de prensa, precisamente por la labor de sacrificio.
La gente le aplaudió, lo apoyó y le mostró su fidelidad, luego de hacer efectivo un regreso por el que sus seguidores esperaron bastantes meses.
El limonense Erick Marín fue el encargado de luchar contra Sabo, pero fue superado en la mayoría de acciones por el morado.
El jugador quería su gol, pero no llegó en los 73 minutos en que estuvo en la cancha. Fue pícaro, pero demostró que sigue teniendo esa hambre por la anotación que no deben perder los romperredes.
Autocrítico. Al finalizar el juego, el tibaseño dejó claro que aún falta para su mejor versión, pero que trabajará para llegar pronto a su estado óprimo.
"Anduve buscando el gol, pero no se me dio esta vez. Físicamente me sentí muy bien, poco a poco iré agarrando ritmo. Todo el mundo me conoce y sabe que puedo dar mucho más, vine a dar todo por este equipo", comentó Saborío.
El futbolista lamentó que en la acción de su tanto se encontrara en fuera de juego: "Fue una lástima porque yo le había picado a Ronchetti, pero me llegó el balón de Marvin Angulo y ya estaba en posición prohibida. Aunque fue bonito y vi a los aficionados que lo celebraron me hacía falta anotar".
El costarricense fue claro que el esquema de Watson con dos puntas con características diferentes le sienta bien a su estilo de juego.
"Me favorece bastante; por ejemplo, Ronchetti es un buen jugador y nos entendemos bien, habrá que esperar más indicaciones y ver qué sucede. Con quien juegue, daré mi máximo esfuerzo", indicó.
En criterio de Saborío, su retorno debe ser manejado con calma, ya disputó 73 minutos y espera pronto jugar un partido completo en la ofensiva del actual monarca.
"Esto hay que llevarlo con calma porque tengo tres meses de no jugar. Siento ese aprecio por parte de la afición y me llena de energía para dar lo mejor en cada práctica y en cada compromiso en que me tomen en cuenta", concluyó.