Daniel Colindres se preparaba para ingresar al terreno de juego en el minuto 46. Saprissa perdía 0 a 1 y los aficionados silbaban al número 26.
Daniel no había tocado balón y ya la afición morada lo sentenciaba; el futbolista se mantuvo concentrado, con la mirada fija en el césped.
A partir de la primera pelota que tocó, demostró que podía marcar diferencia y en el 47’, ya había generado el primer remate. El artillero estuvo a punto de igualar el marcador.
El futbolista tibaseño jugó el segundo tiempo del compromiso con orgullo y entrega. Colindres enfrentó marcas, intentó centrar de forma inteligente y remató en varias ocasiones.
El delantero fue muy desequilibrante y llevó por un camino de piedras al zaguero José Abella.
El atacante llegó a llenar un vacío que nunca pudo ocupar Deyver Vega, el jugador que dejó de ser la referencia morada y está muy lejos del nivel que lo llevó a la Selección Nacional para la pasada Copa Oro.
De hecho, la segunda diana de los saprissistas cayó por el sector izquierdo, cuando Colindres jaló su marca y dejó libre a David Guzmán para que buscara internarse en el área y así centrara para la anotación.
El buen desempeño del delantero también tuvo una razón táctica. Jeaustin Campos pasó a línea de cuatro, puso a Marvin Angulo como volante central y el mediocampista empezó a colocar pases a los espacios.
El entrenador interino del Santos, Robert Siboldi, señaló que le sorprendió la actuación de Colindres, al punto de que fue uno de los causantes de la derrota.
“El muchacho que entró en el segundo tiempo ingresó bastante bien, nosotros nos desesperamos porque perdimos la posesión del balón y eso nos complicó bastante el partido”, comentó.
Por su parte, el capitán del Saprissa, Adolfo Machado, añadió que en el partido necesitaban un revulsivo en cuanto a ritmo.
“Colindres nos dio muy buena dinámica, y la verdad es que le dio como un nuevo aire al equipo y eso fue sumamente importante para, a la postre, sacar un buen resultado ante Santos”, destacó.
Colindres empezó su actuación silbado, pero terminó aplaudido.