Cartago. En medio de su sonado regreso al fútbol costarricense y con apenas 45 minutos sobre el terreno de juego, Christian Bolaños dejó ver una pequeña muestra de su valía, solo lo justo para ilusionar a la causa blanquiazul.
El mundialista de Brasil, último refuerzo brumoso para el Invierno, se estrenó ayer ante Saprissa, el equipo que lo vio nacer y el único con el que, hasta ayer, había jugado en el país.
“Un debut siempre es especial y más si es contra Saprissa, el equipo donde crecí y me formé, donde estuve muchísimos años y grandes recuerdos, le tengo un cariño muy especial y hay un respeto mutuo, pero hoy estoy del otro lado”, dijo Bolaños, quien de paso aplaudió ese debut con victoria.
“La parte mía es ir ganando poco a poco, seguir amoldándome a lo que quiere Mauricio e igual los compañeros me tienen que ir conociendo. Hoy se empezó con el pie derecho y eso es lo importante”.