El clásico nacional que se jugará el próximo domingo en el Estadio Nacional, en La Sabana, se desarrollará sin la presencia de las barras conocidas como La Doce y La Ultra.
La decisión fue adoptada ayer lunes por los directivos de la Liga Deportiva Alajuelense, luego de los disturbios que protagonizaron algunos de los seguidores del equipo manudo durante el juego entre Cartaginés y Alajuelense el domingo anterior.
Los actos violentos culminaron con la detención de 54 personas, entre ellos cinco menores de edad.
Los jerarcas erizos aseguraron que el próximo domingo contarán con un mejor plan de seguridad que garantizará la tranquilidad de los aficionados que asistan al estadio.
Según Marco Vásquez, habrá 800 efectivos de seguridad (300 oficiales del Ministerio de Seguridad Pública y 500 agentes privados).
“Nosotros, como lo hemos hecho en el pasado en este estadio, estamos garantizando la seguridad y que el aficionado tenga la tranquilidad de que va a venir a disfrutar de un partido sin que hayan estos focos de violencia o, por lo menos, que se pueden contener”, dijo Vásquez en rueda de prensa.
Sin definir. Por su parte, el director de la Fuerza Pública, Juan José Andrade, dijo que aún no tienen definido el dispositivo de seguridad que aplicará la Fuerza Pública durante el clásico, sin embargo, espera que el plan esté listo a mediados de semana.
El domingo anterior la Policía destinó a 200 de sus oficiales para participar en el operativo de seguridad; 20 de ellos estaban en las graderías del estadio mientras que los otros 180 se ubicaron en el perímetro del recinto.
Seguridad. A pesar de que la ley 7800 en el artículo 72 dice que “competerá al Estado la responsabilidad por la salud y la seguridad de los deportistas y demás agentes que participen en los eventos deportivos y recreativos, así como la del público que asiste a las actividades deportivas”, Andrade sostiene que la Policía cumplió con su parte.
“Los oficiales que estuvieron en el partido eran suficientes, yo no puedo dejar a Costa Rica sin policías para cubrir la jornada de fútbol del fin de semana. La Fuerza Pública es solo un elemento más pero el Icoder responsabiliza a los organizadores para que velen por la seguridad”, argumentó.
Por su parte, el administrador del Estadio Nacional, Édgar Barrantes, dijo en ADN Radio 90.7 FM que la política del Estadio es muy clara en cuanto a la prohibición del ingreso de las barras.
Barrantes además calificó de ineficiente a la empresa privada contratada por el equipo cartaginés y comentó que preferirían administrar ellos mismos la seguridad durante los eventos que se realicen en el recinto.