La figura en la ofensiva mexicana, Javier El Chicharito Hernández, pasó desapercibido durante los tramos más apremiantes del partido contra la Tricolor.
El atacante del Manchester United no tuvo muchas opciones por las contundentes marcas a presión de los defensores ticos.
En el planteamiento del entrenador azteca José Manuel de la Torre, El Chicharito jugó como único delantero y tuvo la dura tarea de chocar y marcar el paso de la zaga nacional.
Además, Hernández presionó constantemente la salida de la defensa costarricense y la obligó a errar en múltiples ocasiones.
Solamente dos remates que salieron desviados fueron sus intentos para vencer al guardameta costarricense Keilor Navas.
Durante la mayor parte del encuentro, el delantero se dedicó a pivotear y a tener una buena asociación con los volantes del Tri Andrés Guardado y Carlos Salcido, quienes fallaron en suplir al atacante de oportunidades decisivas par anotar.
La fama del goleador del equipo de los Diablos Rojos llamó la atención de los centrales de la Tricolor, quienes impidieron que la pelota pasara por la cabeza o los pies del definidor mexicano.
En las anotaciones de la selección mexicana, Hernández fue una sombra que estorbó en el área nacional. No obstante, los balones no pasaron por los letales botines de atacante, que tampoco brilló por las asistencias.
El Chicharito culminó uno de sus encuentros más cautelosos al minuto 76, al salir de cambio por el mediocampista y campeón olímpico de 23 años, Marco Fabián de la Mora.