Para demostrarlo, el hombre que clasificó a San Carlos para la primera final de su historia habla de su caso particular.
“Yo soy un uruguayo que gusta de dar buen espectáculo. Soy amante del toque, de sorprender, del buen futbol pero con mucho orden táctico, porque el orden es vital para tener éxito en cualquier actividad de la vida. A este San Carlos le he inculcado la importancia de practicar buen futbol, de respetar al que paga el boleto”, enfatiza el estratega.
Casas, de 48 años, reconoce que a sus jugadores les insiste en la necesidad de la agresividad en la cancha, que no es lo mismo que patear al adversario.
“Creo que lo que hemos logrado hasta hoy en San Carlos se debe a esos tres factores, jugar bien, con orden y agresividad”, dijo.
“Me gusta leer, estudiar, asistir a cursos, seminarios para estar al día en materia de sistemas, tácticas. El balompié exige aprender cosas nuevas. El estancamiento es lo peor que le puede pasar a un hombre de futbol”, afirmó el uruguayo.
El responsable de meter al cuadro norteño en la final se inauguró como entrenador en 1997 cuando llevó a Santos de Guápiles a la Segunda División.
“Desde entonces no he dejado de aprender, esa actitud me ha permitido corregir errores, hacer modificaciones en el momento oportuno”, agregó el estratega.
Si bien prefiere el 4-3-1-2 como sistema de juego, su aplicación siempre dependerá de cómo quiera controlar y manejar al rival.
Sobre la relación con sus jugadores, el técnico también tiene muy bien marcada la cancha.
“Dentro de la gramilla exijo respeto en todo sentido. No perdono la mentira. El futbolista que me miente no estará nunca en mis planes. Tampoco consiento la falta de entrega. Fuera del terreno de juego soy amigable y sincero con todos mis dirigidos”, expresó.
Sin necesidad de tener que preguntárselo, Casas reconoce que hoy está viviendo una experiencia muy enriquecedora desde el banquillo norteño.
“Tener la oportunidad de disputarle el título de campeón al Saprissa hace que me sienta muy bien en lo personal y lo deportivo. Este es un momento extraordinario que no esperaba me llegara tan pronto y trato de vivirlo intensamente, con la seriedad que caracterizan todos mis actos”, finalizó.