Luis Torres, el técnico de los hechiceros, realizó siete cambios obligados en la alineación e incluso tuvo que apelar a los servicios de tres jugadores del alto rendimiento.
A pesar de estos obstáculos, Brujas supo plantarse en el
Cartaginés lo intentó, pero no supo descifrar la propuesta de los visitantes, a pesar de que Leonardo Madrigal abrió el marcador apenas a los 10 minutos de juego.
Los hechiceros lograron reponerse de la anotación tempranera. Una falta del brumoso Andrés Sanabria sobre el delantero Cristian Lagos fue sancionada como penal por el árbitro Ricardo Montero.
La falta fue cobrada por José Luis Cordero, quien con remate bien colocado engañó al portero Oswaldo Quesada.
El partido se jugó en la mitad de la cancha con algunas insinuaciones de los delanteros locales y contragolpes de los brujos.
Entonces, la desesperación se apoderó de la afición blanquiazul y vino la rechifla y la disconformidad. Algunos feligreses pensaron que la victoria brumosa era inminente por los problemas que enfrenta Brujas.
El amarre táctico del técnico de Brujas Luis Torres dio pocas libertades a la ofensiva papera.
En una de ellas, Randall
La contraofensiva la sacó Brujas con el exsaprissista José Luis Cordero, quien aprovechó un pivoteo de Lagos para sacar un fuerte remate rastrero que apenas logró sacar con las uñas el guardameta Oswaldo Quesada.
Después vino de nuevo el disgusto y la rechifla de los aficionados cartagineses.
Fue un empate justo en la grama del José Rafael