Año y medio después de que rozara el fin de su larga sequía, Cartaginés vuelve a caminar por la senda de la ilusión, con un proyecto nuevo que empieza a arrojar, tal vez antes de lo esperado, los frutos para empezar a soñar.
La apuesta por un cambio de timón y el refuerzo de la planilla en posiciones claves tienen hoy a los brumosos como segundos de la clasificación general, con un invicto que ya se remonta a 16 presentaciones en el ámbito nacional y un fútbol que invita a creer en un Invierno promisorio.
Si bien aún no se puede decir que sea un equipo que enamore con su toque, nadie puede negarle al timonel Mauricio Wright el haber montado un proyecto sólido en tiempo récord, con pocas grietas en su estructura y la sapiencia para responder tanto en la ventaja como en la adversidad.
Pero quizás lo más importante es lo saludable de su estado anímico, envalentonado primero por el título de Copa que le arrebató a Saprissa y luego por las presentaciones en el campeonato, un recorrido en el que ya se repartieron honores ante el líder UCR y ahora despacharon con derrota al campeón actual Saprissa.
“Veníamos maltrechos por dos torneos donde no conseguimos lo que queríamos y por eso levantar la fe era vital. Ya eso lo estamos consiguiendo, desde los jugadores hasta la directiva y la afición, y eso, en un equipo como el nuestro, es importantísimo”, aseguró el presidente de la institución brumosa, Daniel Vargas.
Mezcla. A la par de todo lo bueno que el libreto de Mauricio Wright haya traído a la Vieja Metrópoli, está sin duda también el acierto de la dirigencia por reforzar con figuras de peso posiciones claves para acompañar la base existente.
Así, a regresos como el de Randall Alvarado en la contención se unieron otros nombres como el de Jameson Scott, Johan Condega o Carlos Hernández, tres nuevos inamovibles de un 11 titular que ya también espera la lógica incorporación de Christian Bolaños.
Ellos, unidos a otros jóvenes talentos como Alejandro Gómez, Erick Cabalceta o Daniel Quirós, componen un cuadro que ya no solo tiene forma sino también fondo.
“Ahora tenemos algo que que solo logramos parcialmente con Javier (Delgado): tener un verdadero proceso. Es cierto que el equipo ha cambiado pero una buena parte sigue siendo el mismo, si analizamos fueron cuatro o cinco refuerzos, pero hay una gran base que ahí estaba incluso antes de Javier, analizamos posiciones donde éramos más débiles”, añadió Daniel Vargas.
Pero en el camino brumoso queda mucho, como por ejemplo los exámenes de otros tradicionales como Herediano o Alajuelense o bien el largo recorrido de un torneo que el mismo Vargas aceptó puede ser cruel, porque en Cartago la memoria de aquella final ante Herediano nunca deja de estar fresca.