Diego Calvo firmó el miércoles con Cartaginés por un año y, con este nuevo fichaje, el volante ofensivo sumará su sexta camiseta desde el 2014 hasta la fecha.
Ante esto, el conjunto brumoso representa la oportunidad idónea para que Calvo se estabilice, tenga regularidad e intente recuperar el nivel que lo llevó al exterior y al Mundial del 2014, si se toma en cuenta que la dirigencia confía en el futbolista y hasta le ofreció la oportunidad de extender el contrato al finalizar el vínculo en el 2018.
“Diego no está acabado y tampoco es que no haya tenido una trayectoria exitosa, porque cuenta con buenos atestados. Si no hubiera despuntado en Alajuelense no hubiera ido al extranjero a jugar y tampoco hubiera ido al Mundial. ¿Qué más demostraciones que estas? Además, con Saprissa tuvo regularidad en el primer torneo”, señaló Luis Fernando Vargas, jerarca blanquiazul.
Desde hace dos años, Calvo no encuentra constancia en su carrera deportiva, si se toma en cuenta que del Valerenga, de Noruega, pasó al Göteborg de Suecia en el 2014, luego regresó a la Liga en febrero del 2015.
Con los erizos, fue víctima de las lesiones, en el Verano jugó 850 minutos, mientras que en el certamen siguiente tuvo participación en 462 y solo celebró una anotación.
Posterior a esto, fichó con la S en el Verano 2016. Durante ese campeonato, recuperó la sonrisa y estuvo entre los más regulares de los morados, al punto de disputar 22 de 24 partidos (1.356 minutos), conseguir un gol y dar dos asistencias.
No obstante, para el Invierno apenas apareció 72 minutos con los tibaseños, lo que derivó en que se fuera a Pérez Zeledón, equipo con el que fue titular en ocho de diez compromisos, participó en 787 minutos y logró una diana.
Los centenarios siguen creyendo que el atacante, de 25 años, les puede aportar mucho y por esto defienden la contratación y le dan su voto de confianza.
“Vemos potencial en Diego. Un jugador debe despegar de nuevo para continuar con su carrera y a esto apuntamos. Hemos hablado con él de que esta puede ser la oportunidad para que retome el ritmo que requiere y que destaque como lo hizo en el pasado”, agregó el dirigente.
Pese a algunas críticas de un sector de la afición, que pide que le den más oportunidades a los juveniles y no se apueste por futbolistas que provienen de otros equipos, la dirigencia señala que no es algo improvisado, que se requiere de equilibrio y que los muchachos tendrán espacio.
“Ya en el primer equipo entrenan cinco jugadores que vienen de las fuerzas básicas, son muchachos que van a estar metidos de lleno con la Primera. Esto es un proceso, lo respetamos y no podemos tirar a todos los muchachos de una”, explicó Vargas.