Cartagena consigue el título a base de coraje

Belén. El equipo de Cartagena apeló ayer al orden táctico y a la garra de sus jugadores para vencer a domicilio 0-1 a Belén Siglo XXI y dejarse la corona del Torneo Apertura de la Segunda División.

Ahora los guanacastecos tienen medio boleto firmado a la máxima categoría y se aseguraron al menos una final nacional. Aunque se disputaba una final en el reducto herediano, el ambiente no terminaba de calentar al inicio del juego.

Lo que si calentaron fueron las acciones con un equipo belemita completamente volcado a la ofensiva en busca del primer golpe en la meta del arquero José Cedeño.

No obstante, Cartagena respondía con peligrosos contragolpes que ya avisaban lo que se vendría más adelante.

Cuando el asedio era máximo de los locales, el delantero Erick Corrales fue derribado en el área para conseguir el penal a su favor.

Fue entonces cuando el volante Roberto Rojas se perfiló para el cobro, pero su técnica no fue la mejor y terminó regalando el lanzamiento que adivinó el meta Cedeño.

El golpe anímico del penal le sirvió a los norteños para acomodarse en el terreno de juego, mientras que los locales no bajaron el ritmo y continuaron atacando.

El ariete Corrales en una, dos y hasta tres ocasiones llevó peligro con sendos cabezazos que se estrellaron en los tubos visitantes.

Ya cuando todo parecía que la sentencia del 0-0 se alargaría hasta el descanso, apareció el héroe guanacasteco de la tarde.

El delantero Everardo Gutiérrez peleó el balón con el zaguero belemita Fernando Álvarez y al arquero Caros Méndez, a tal punto que terminó robando la pelota y solo tuvo que tocar suave, para enviar al fondo de las redes.

Con el 0-1 a su favor, Cartagena tuvo las armas ideales para desesperar a su rival.

El orden en el medio campo y defensa fueron el principal obstáculo que le impidió al conjunto local conseguir la igualada.

Desde el banquillo de Belén enviaron a todo su arsenal ofensivo al terreno de juego.

Con ataques por todos los sectores llevaron peligro real sobre la meta de Cedeño, pero la presión podía más que las ideas, el ímpetu se imponía sobre la precisión.

Así Cartagena esperó el pitazo final del árbitro Ricardo Montero.

Con este título, Cartagena ya se aseguró medio boleto a la Primera División costarricense.