Nicoya, Guanacaste.
El héroe pampero que le dio ayer la victoria a Guanacasteca frente a AS Puma Generaleña se gana el sustento como repartidor, en motocicleta, de comidas de la taquería de su suegra
Carlos Masís, quien ingresó de cambio en el duelo ante los isidreños, marcó el decisivo 2-1 para los locales al minuto 53, ante la algarabía de su afición, en el primer partido de la final del Torneo de Apertura de la Liga de Ascenso.
“Uno juega con el equipo por amor; se sabe que aquí casi no hay plata, no hay condiciones, pero lo damos todo en la cancha por los aficionados que siempre nos respaldan”, dijo Masís.
“Por trabajar en la taquería solo venía a entrenar una vez por semana, sin embargo, para estas instancias trato de venir todos los días. Mi suegra me da permiso y cuento con mis compañeros que me apoyan en la cancha”, agregó el artillero.
Masís, quien tiene siete años con los pamperos, confesó que su ilusión es que los guanacastecos vuelvan a la máxima categoría y ser figura en el plantel.
“Empecé en Belén, pero por mi familia tuve que regresar. Son siete años acá y mi mentalidad, aunque entre de cambio, es anotar o al menos dar una asistencia porque el cuerpo técnico confía mucho en mí”, añadió el goleador de 27 años.
Masís le dedicó la anotación a su hija Zamira, quien ayer cumplió años. También a su esposa Jackeline y a sus otros hijos, Bryan y Joshua.
Partido de ida y vuelta. Sobre el primer duelo de la final, los guanacastecos llevaron la iniciativa desde el arranque, como anfitriones del compromiso.
Por esa agresividad logró sorprender a su rival al marcar a los 40 segundos de iniciadas las acciones, tras una impresionante corrida de Francisco Zapata, en una gran acción individual.
El cotejo por momentos se volvió muy desordenado y deslucido, con pelotazos de ambas oncenas, en los que prevaleció más el corazón que la razón.
Precisamente en uno de esos pelotazos Jordy Robles aprovechó un mal despeje y desde fuera del área marcó el 1-1, al 2 6’, para el cuadro generaleño.
En el complemento apareció el repartidor de comidas para demostrar que tiene olfato de gol y que ama lo colores de su club.