Cartago. Por primera vez en una larga carrera futbolística de 12 años Carlos Hernández jugará con el corazón partido. Mañana, si el entrenador del Cartaginés Mauricio Wright lo desea, le tocará enfrentar al equipo de sus amores y que lo vio debutar profesionalmente: el Alajuelense.
El Zorro debutó en el balompié en el 2002 con la casaca rojinegra, donde hizo ligas menores. Allí estuvo por cinco años, hasta que en el 2007 se le abrió la oportunidad de viajar al extranjero y se marchó al fútbol de Australia.
Es hasta ahora, siete años después, que Hernández vuelve al país y lo hace con Cartaginés.
“No puedo negar el cariño que le tengo al Alajuelense, el único equipo en el que jugué aquí en Primera División y donde creo que aporté bastante, pero ahora me debo a los colores del Cartaginés, donde he sido muy bien recibido”, comentó ayer Hernández.
Aunque negó que vaya a ser extraño entrar al estadio Morera Soto vistiendo otra camiseta:
“Ya uno es profesional del fútbol y sabe que no puede caer en sentimentalismos, porque ahora mi entrega es con la causa brumosa y, si juego, trataré de dar lo mejor y también buscaré la posibilidad del gol”, aseveró Hernández.
Jugando con Alajuelense, el Zorro solo le anotó una vez a los brumosos. Fue el 24 de setiembre del 2006, en el estadio José Rafael Fello Meza. Carlos marcó el segundo tanto en la goleada por 0-3.
Bien recibido. Hernández se siente a gusto en su nuevo equipo y sus compañeros lo han valorado como un refuerzo importante. Muestra de eso es que el atacante Andrés Lezcano le cedió el número 16 que lo ha acompañado siempre.
“Le agradezco a Andrés haberme comprendido cuándo se lo pedí. Es que éste número ha sido el acompañante de mi carrera en Liga Deportiva Alajuelense, en la Selección Nacional, en equipos extranjeros y ahora también será con el Cartaginés”, dijo este volante creativo de 32 años, quien se distingue por su fuerte remate y sus pases gol.
Hernández explicó que el “16” no es cábala, es cariño porque siempre lo portó. Lezcano ahora lleva el número 23.