Después de su victoria 3-0, ¿qué no le gustó de su Liga?
En determinados momentos perdimos la pelota y jugamos a lo que Uruguay nos ponía y así no debe ser. Tenemos que poner las condiciones acá en casa. Cuando la Liga se dedicó a jugar al fútbol no hubo ningún problema. Pero cuando comenzamos a estar a la par, a pelotear, a chocar, a perder la pelota cada tres pases, nos metimos en problema, por eso le digo que hay que mejorar muchas cosas.
¿Qué nos puede decir de las nuevas contrataciones con que cuenta en club?
Están creciendo, es cierto que ya el 85% de la nómina se conoce y es un punto a nuestro favor, pero los que llegaron lo hicieron con buen pie.
“Carlos Discua aporta mucha tenencia de la pelota, Javier Loaiza es fuerte, corre bien su banda y no lo cogen mal parado, mientras que Andrés Lezcano desgasta al rival, hoy (ayer) convirtió y siempre está pendiente de la pelota en todo momento.
¿Siente que acertó en los cambios cuando el partido parecía estar más equilibrado?
El rival se recargaba por las bandas. Así lo vimos en los videos. El mérito es de ellos, que nos pusieron en un mano a mano, nos salieron a presionar. El rival nos controló, porque peloteamos mucho, pero cuando nos tranquilizamos empezamos a pasar el balón e hicimos lo que teníamos que hacer, por lo que tratamos de darle un nuevo respiro con los hombres que entraron y ellos nos metieron de nuevo en el partido.
Sus permutas fueron muy ofensivas, ¿es ese el mensaje que le desea dar a los rivales?
En el fútbol es sencillo: se deben meter los goles y no dejártelos hacer. Pienso que se debe ser sólido atrás, bien equilibrado y se deben generar opciones para que se produzcan los goles. Tenemos claro que faltan 21 partidos, no podemos tirar la casa por la ventana, nos falta jugar, tomar más ritmo de competencia, más solidez, tenemos que dar más, aplicarnos más.
¿El esquema que más le gusta es jugar con cinco defensas, cuatro volantes y un delantero?
Estoy jugando 5-4-1 cuando no tengo el balón, pero cuando el equipo ataca juego con tres defensores, cuatro volantes y dos puntas, con la posibilidad que los carrileros puedan salir a atacar por las bandas, incluso cuando ataco suelto a Ariel Rodríguez, que se convierte en un 10 y cuando nos defendemos nos replegamos con cinco hombres.