Muy pocas personas se dieron a la tarea de celebrar la gesta de los caribeños. Conatos de desfile y dispersos grupos de aficionados fueron lo único que se vio luego del pitazo final en el estadio
La fiesta estaba dispuesta para cuando el equipo regresara, junto a miles de seguidores, de San José.
Conciertos con grupos locales son parte de la recepción que tendría “La tromba del Caribe” a su vuelta a suelo limonense.
El Bar y Restaurante Reina’s, propiedad de Carlos Pascal, presidente del equipo campeón de Segunda, era el foco del festejo.
Ahí, un grupo pequeño de aficionados siguió las incidencias del partido y celebró a lo grande el desenlace prácticamente obvio de esta final de la Liga de Ascenso.
“Es una gran alegría, después de ocho años el equipo regresa a la Primera, algo que le hacía falta desde hace mucho a esta provincia”, comentó Kenneth Monge, uno de los seguidores del equipo.
El impulso anímico y, sobre todo, económico que llega a Limón con el regreso de su representante a Primera es algo que todos los aficionados conocen y añoran, y que ahora particularmente celebran.
“Estoy feliz como estoy seguro que todos están en Limón. A este equipo lo que le faltaba era esto, que alguien le diera una mano para que volviera adonde corresponde.
“Esta provincia tiene mucho que ofrecerle al futbol y este es el primer paso”, aseveró Carlos Vega, que ayer aplaudió el ascenso en las calles del centro de la provincia.
Se esperaba que las celebraciones iniciaran anoche a eso de las 8 con el arribo del equipo, aunque es probable que se diera más tarde. De cualquier forma la fiesta es un hecho, y será duradera.