Cartago. Faltaban tres minutos para que terminara el partido. El técnico de Saprissa, Carlos Watson, se movía impaciente en el banquillo. Se acomodaba el cuello de su camisa, se metía las dos manos al bolsillo de su pantalón, las sacaba y se las colocaba en la cintura. Caminaba de un lado a otro de la zona técnica.
En la grada, el aficionado estaba tenso, todo hacía indicar que la UCR le iba a sacar el 0-0 al Monstruo en el Fello Meza. Pero apareció David Ramírez para borrar el nerviosismo del ambiente y convertirlo en desahogo desde lo más profundo de la grada morada.
Con el derechazo de Ramírez, Watson explotó en júbilo. Celebró con su asistente Vladimir Quesada, chocó sus manos con Julio Cascante. Lo gritó con todo. Lo celebró con ese alivio que significa un gol en un partido cerrado al minuto 87.
Lo festejó con la euforia del que sabe que el gol se gestó en su pizarra. El experimentado estratega sacó a relucir su mejor libreto y lectura de partidos.
Cuando sus dirigidos parecían no encontrar espacios, Watson cambió de sistema: pasó de tener solo un punta a contar con dos centrodelanteros y así en los últimos 20 minutos encontró la claridad.
El timonel movió el banco con el ingreso de Ulises Segura, Ramírez y Jonathan Moya, todos buenos revulsivos que supieron generar descontrol en el buen bloque defensivo de los académicos. Eso sí, la propuesta de la visita no se basó solo en aguantar, si no también en un buen contragolpe que no permitió descuido en la zaga.
El gol de Ramírez llegó en el epílogo del compromiso. El volante Mariano Torres le pasó el balón a Moya; este, a Ramírez y el artillero no perdonó en su única ocasión de gol.
Ramírez ingresó al área y de pierna derecha venció al portero Carlos Méndez al 87’.
En ese momento ya la suerte estaba echada. Los morados clavaron una daga difícil de sacar para los universitarios, que no fueron un rival fácil. Todo lo contrario, supieron poner en aprietos al rival con una dosis alta de presión.
En la titular de la S , Watson también hizo variantes: ingresaron Kevin Briceño, Yostin Salinas, Heiner Mora y el hondureño Jerry Bengtson.
Con más angustia de la esperada, el Monstruo regresó a la victoria luego de su traspié en Limón, en una semana clave en la que enfrentará al Cartaginés este miércoles a las 8 p. m. en la Cueva y a la Liga Deportiva Alajuelense el próximo domingo a las 11 a. m. en el Morera Soto.