Richmond, Virginia. La calma que siempre exhibió Vargas en sus distintas facetas como empresario y dirigente también lo acompañó en su último día previo a la declaración de culpabilidad.
Vargas tomó el veredicto del jurado sin mayor tragedia, intercambió unas palabras finales con su abogado y con un gesto y una mirada de consuelo se dirigió a su familia, que observó en shock cómo aquel padre y esposo se retiraba derrotado de la más crucial de sus muchas batallas.
Casi año y medio de ilusiones e incertidumbre se resumieron en cinco largos minutos en los que el jurado, una y otra vez, hizo retumbar la palabra culpable para cada uno de los cargos contra el tico.
Minutos antes del veredicto la corte le concedió a Vargas un último favor, un gesto de gracia ante la inminente desgracia, casi que un acto de simpatía como si supieran de antemano el resultado.
Así, la corte vivió sus minutos más emotivos con el otro Vargas, el padre y ser humano detrás del empresario acusado que luego de más de un año aislado pudo volver a abrazar a sus hijos. Fue un gesto rápido que sus descendientes agradecieron con lágrimas en los ojos.
Inútil. La defensa de Vargas quemó sus últimos cartuchos apelando a la parte emocional, a dejar ver el Minor Vargas que, de la nada, logró construirse un nombre.
Su abogado, Jeffrey Everhart, repasó la carrera del costarricense y sus orígenes humildes, tratando de hacerle ver al jurado que las intenciones del costarricense nunca fueron las de cometer un crimen.
Pero su estrategia no pudo con los alegatos de una Fiscalía que ayer salió con los tacos de frente en el último partido contra el tico.
Durante casi hora y media la parte acusadora desmenuzó cada uno de los cargos y los explicó en la forma más detallada posible, a sabiendas de que la apuesta era convencer a ese grupo de 12 personas.
El descargo final terminó y el jurado empezó a preparar su discurso final, que llegaría luego de tres horas y media en las que el pesimismo acompañó a la defensa.
Al final Vargas perdió el negocio más importante de su vida y ahora deberá cubrir las pérdidas.