El costarricense Bryan Ruiz logró escribir una página dorada, tanto en la historia del Twente, como en nuestro país, al adjudicarse ayer el título de la Eredivise (liga holandesa), luego de vencer 2 a 0 de visita al NAC Breda.
Este título se convierte en algo sin precedentes en los 45 años de historia del Twente, ya que nunca había conseguido el cetro en Holanda. Lo más cercano que había alcanzado fue un subcampeonato y dos copas de ese país.
Sin embargo, como fue la tónica durante de toda la temporada, el Twente tuvo que sufrir mucho para lograr el ansiado título.
Los Tukkers (
Cuando la desesperación comenzaba a apoderarse de los jugadores, emergió la espigada figura del tico Ruiz, que con su característica frialdad que solamente poseen los verdaderos craks mundiales, abrió la puerta al título.
Al 22’, Ruiz aprovechó un “horror” del defensor del Breda, Dean Snoyl, que le dejó servido el balón para definir a la derecha del portero del Breda, Ten Rouwelaar.
Inmediatamente el costarricense dejó escapar el segundo gol al quitarle un balón a Blase N’kufo que fue repelido por el meta local.
En el primer tiempo se dieron las acciones más claras para Los Tukkers, gracias al buen accionar de los jugadores Miroslav Stoch, Blaise N’kufo y Kenneth Pérez, que se daban el lujo de desperdiciar bastantes acciones claves.
A partir de ese momento, el Twente bajó las revoluciones del juego, lo que provocó que el cotejo cayera en un aburrido monólogo por parte de la visita.
Para el complemento, el Breda tomó más aire y logró poner en un par de ocasiones en serios problemas al Twente, que jugaba al filo de la navaja, ya que un gol les haría perder el campeonato debido a la contundente victoria del Ajax que en ese mismo instante goleaba de visita al débil NEC.
La gran cantidad de aficionados del Twente aplaudió los dos tacos de lujo que Bryan Ruiz regaló, sin embargo, no fue hasta el minuto 73, cuando Miroslav Stoch realizó un centro al área, con la fortuna de que el balón terminó en las redes.
Esa anotación significó el alivio para los rojos, que ahora sí, se preparaban para celebrar su primer campeonato en 45 años de historia.
Título que lleva el nombre y apellidos de la figura del espigado delantero Bryan Ruiz, que a partir de ahora forma, no solo es figura costarricense, sino que ya es parte de una selecta élite de futbolistas.