La derrota del pasado fin de semana, ante el Uruguay, dejó mortalmente herido a Belén, que ahora se ubica solo en el fondo de la tabla acumulada y a cuatro puntos del Municipal de Pérez Zeledón.
Breansse Camacho, quien hasta hace poco era asistente en el Herediano, tomó las riendas del equipo esta semana y tendrá muy pocos días para buscar los puntos que salven al equipo de ese infierno que es la Segunda División.
El cambio de aires en el banquillo y la casa son los factores que podrían salvar a los belemitas. De los 11 partidos que le restan solo cinco serán en casa, pero dos de esos juegos son ante rivales directos como los Guerreros del Sur y el Uruguay, en la última fecha.
Falta definir si Camacho compartirá la idea de que el Polideportivo de Belén se puede convertir en el bote salvavidas. Desde que abandonaron ese reducto se les fueron los resultados positivos.
Pérez Zeledón se metió en problemas de un momento a otro en un pésimo Torneo de Verano.
No consiguió ganar un solo partido en casa en la primera vuelta, pero hay esperanza de que Daniel Casas reviva el alma guerrera.
Desde la fusión que dio nacimiento al Municipal de Pérez Zeledón, en 1991, este club no había tenido problemas de descenso. En años recientes es más frecuente verlo en la parte de arriba y hace apenas un año llegó a las semifinales.
Puntarenas, que estrena a Luis Diego Arnáez en el banquillo, le lleva ocho puntos a Belén y podría dejar atrás el descenso si consigue ganar, mañana, en el Lito Pérez.
Así como lo hizo Uruguay, que derrotó a los belemitas y ahora respira más tranquilo.