Miles de costarricenses asistirán al primer partido de la hexagonal rumbo al Mundial Brasil 2014, el 6 de febrero en Panamá.
La tentación es mucha, pues junta tres debilidades del tico: viajar al extranjero, aprovechar para hacer compras y observar a la Selección en un juego oficial.
El furor desatado es tan alto que las agencias de viajes se frotan las manos al analizar las posibilidades de ganancia económica.
Así, montaron paquetes turísticos que incluyen viajes en avión (comerciales y chárter), por tierra, excursiones de compras y turísticas, así como buenos hoteles.
Todo esto hace indicar que este partido será una reedición del que se jugó el 3 de setiembre del 2005 rumbo al Mundial de Alemania 2006, cuando el estadio Rommel Fernández fue colmado por aficionados costarricenses. En aquella ocasión, la Tricolor venció 1-3.
Para el nuevo partido, la Federación Panameña de Futbol acordó, tal como se estila en este tipo de juego, asignar un número de entradas para los hinchas ticos.
Rodolfo Villalobos, tesorero de la Fedefútbol, indicó que esa institución recibirá 3.000 boletos para este cotejo, los cuales se reparten entre las agencias de viajes, con prioridad a aquellas que son patrocinadoras de la Federación.
Así, los ticos tienen asegurados 3.000 tiquetes y la Tricolor se garantiza el cobijo de 3.000 garantas.
Más entradas. Pero la demanda superó la oferta y muchos costarricenses buscaron entradas por otros medios.
Es por ello que cientos acudieron a amigos en la capital canalera para que les compren la entrada.
Según explicaron Villalobos y Adán de Gracia, periodista de la Federación de Panamá, debido a que no hay registros es imposible saber la cantidad de ticos que recurrieron a esta modalidad para hacerse de un boleto para este juego.
Lo que sí confirmaron es que será una cantidad suficiente para hacerse sentir en el estadio.
No obstante, a diferencia de los boletos que envió la federación panameña, cuyos compradores serán ubicados todos juntos en una gradería, los otros estarán en diferentes localidades del Rommel.
Previendo esta y otras situaciones es que la FIFA declaró de “alto riesgo” este compromiso.
“Con la finalidad de garantizar la seguridad necesaria antes, durante y al finalizar el encuentro, la FIFA nombró a David Sabir (de Bermudas) para que sea el oficial de seguridad que vele por la seguridad de ambas selecciones”, sostuvo el ente rector del futbol mundial.