La aventura del brasileño Anderson Leite en Costa Rica se inició con un panorama oscuro. Estuvo un mes inhabilitado por una deuda de Saprissa con la Caja Costarricense de Seguro Social. Entrenaba con el grupo, pero no se sentía parte del equipo. No jugaba. La espera se hizo larga, pero tuvo una premisa: entrenar como si estuviera en la alineación titular cada miércoles o domingo.
Aunado a esto, llegó procedente de un club de segunda división brasileña como el Londrina y con una bandera que tenía cinco años sin ondear en el Monstruo, pues Ricardo Costa fue el último jugador de Brasil en estar en la S, mismo que se fue con más pena que gloria.
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Revela que llegó a sentirse triste, pero encontró en el camerino su mejor fortaleza. Las palabras de Carlos Watson, entrenador de Saprissa, dice que fueron las indicadas para estar listo. Su debut llegó el 8 de febrero, en la derrota ante Belén (0-1), y a partir de ese momento todo cambió para el suramericano.
"Fue complicado, quería jugar lo antes posible, tuve que ser muy paciente para entender lo que pasaba. Luego fue un desahogo para mí estar en la cancha y compartir con mis compañeros. Siempre practiqué con buena disposición esperando mi debut", dijo Leite, luego de la presentación del uniforme de Saprissa.
Hasta el momento suma 215 minutos en el campeonato nacional y 54 minutos en Concacaf frente al Pachuca. Ha mostrado su velocidad, capacidad de recorrido en el campo, empieza a hacer sociedades con Marvin Angulo, Ulises Segura y Mariano Torres.
Ha fallado un par de oportunidades para abombar las redes, pero espera que el gol le llegue pronto para festejar con la casaca morada.
El brasileño hizo que la samba regresara a la Cueva. Si bien no es lo suyo, pues muestra un juego de primera intención, en unas tres ocasiones ha efectuado jugadas individuales de buena factura, como un caño o un sombrerito a algún rival.
Utiliza la camiseta 8 de Wálter Paté Centeno, dice conocer quién es, pero que no le preocupa: "Yo vine aquí a jugar, no a pensar en números. Los números no juegan".
Tiene la fe de mantenerse por más de seis meses a préstamo con el equipo nacional, mismo que ya muestra interés en renovar su vínculo contractual con el club.
"Estoy a gusto, me han tratado muy bien, me siento como en casa", dice una y otra vez cuando le pregunta que cómo ha sido el cambio de vida en los últimos meses.
Leite es claro en que le gustaría quedarse más tiempo, pero todo depende de lo que pueda conseguir partido a partido. No se quiere desesperar, aunque reconoce con el paso del tiempo debe ir tomando más protagonismo en la planilla.
"Vengo a esforzarme, quiero hacer un buen torneo, seguir sumando minutos y mostrando mis condiciones, A mí me gusta mucho llegar al área rival y quiero anotar, pero todo tengo que tomarmelo con calma", concluyó.
La posición natural es volante ofensivo, pero en ocasiones Watson lo ha puesto a hacer pareja con Cristian Martínez en la contención por lo que sus funciones cambian. "Él puede desempeñar algunas tareas específicas y es lo que queremos", citó Watson.
Este sábado a las 8 p. m. ante San Carlos en el Ricardo Saprissa tendrá una nueva oportunidad para ocupar un puesto en la titular y así tomar el ritmo de juego que desea.