Ciudad Quesada
El camino de Zurdo hacia la caravana fue aún más largo que el trayecto hasta el punto de penal. Decenas de seguidores sancarleños que invadieron la cancha del Carlos Ugalde lo frenaron una y otra vez para pedirle una fotografía. Todos querían una imagen con el capitán, goleador, líder de zaga y orgullo del pueblo.
Su nombre es Álvaro Aguilar, pero en su tierra lo conocen como Zurdo. Aunque es el central del nuevo inquilino de la máxima categoría, en la última campaña marcó más goles que cualquier delantero del club: 21 en total.
Solo el Búfalo Bill González de Barrio México anotó más veces que el defensor norteño (27 goles) en el último certamen de la Liga de Ascenso.
"Desde pequeño, cuando estaba en la escuela de fútbol, siempre me gustó anotar, es una motivación para cualquier jugador. Me propuse mejorar este certamen y por dicha marqué muchos goles", manifestó Aguilar.
En la final del sábado, cuando los reflectores le exigían protagonismo, apareció de nuevo. Esta vez, desde el punto de penal.
Sangre fría, nervios de acero y un cañón en su pierna izquierda le permitieron abombar las redes de AS Puma cuando el juego estaba color de hormiga para San Carlos, luego de que su adversario se adelantó en la pizarra.
Zurdo refleja a la perfección la personalidad del jugador sancarleño: recio en la marca, de carácter bravío, trabajador pero con una humildad admirable, una característica poco común en estos tiempos, en que muchos jugadores (por limitados que parezcan) cuidan más su corte de cabello que las habilidades dentro del campo.
"La verdad es que no hay palabras para describir lo que siento. Este equipo me vio nacer, fue el que me abrió las puertas y el que me ha dado todo y creo que merecíamos ascender", agregó.
Es nacido y formado en la cantera norteña. Aún recuerda cuando lo llevaron al equipo al cumplir 15 años, luego de haber jugado un colectivo en el Balneario de San Carlos.
Con apenas 24 años asumió la capitanía del primer plantel, luego de ser un líder en las categorías inferiores y de sufrir el trago amargo del descenso, cuando solo era un novato ilusionado con jugar en Primera.
Tres años después de caer a la Segunda, de madurar a punta de golpes y tropezones y de encontrar su verdadera posición en el campo (antes era volante de contención), obtuvo su revancha.
El juez central pitó la pena máxima y de inmediato pidió la pelota, cargando sobre sus hombros el peso de todo un cantón, de un equipo necesitado de volver a la división de honor.
"Sabía que a como diera lugar tenía que entrar ese balón porque podía significar el pase a la Primera. Por dicha pude hacerlo, para que el equipo tomara otro aire", recalcó Aguilar.
En la presente campaña, San Carlos finalizó como el segundo plantel menos vencido del Grupo A, solo por detrás de Jicaral. El mayor mérito es que el 80% de los jugadores del equipo son formados en la cantera.El experimentado cancerbero norteño, Román Arrieta, resaltó la capacidad de su compañero para convertirse en uno de los referentes de esta sólida retaguardia de los Toros del Norte.
"Es un muchacho fuerte, va bien arriba, es muy sereno, y aparte es una gran persona", recalcó el arquero.
San Carlos afronta un nuevo desafío, esta vez en la Primera, y Zurdo se niega a perder la categoría.
"Tenemos que demostrar carácter, unión de grupo y trabajar muy duro para quedarnos en Primera", concluyó Aguilar.