Dele opciones a un buen estratega y es un peligro. Así es esta Liga, con Óscar Ramírez por comandante y un plantel maleable, capaz de adaptarse a las exigencias de cada momento del partido.
La rotación ha bendecido al Alajuelense: no hay lesiones y sí muchas variantes. Se puede asegurar que Machillo tiene una larga lista de futbolistas polifuncionales que pueden ser titulares cuando sea.
A eso se le llama profundidad en la planilla, factor primordial para cualquier equipo que desee ser campeón, en cualquier deporte.
Adaptibilidad y sapiencia. No es solo contar con las armas necesarias, también es saber usarlas bien.
A esa variabilidad manuda se le suma la experiencia de un núcleo de jugadores que ha conquistado cinco campeonatos y sabe reaccionar a cualquier contradicción.
Por algo este conjunto marcó 35% de sus goles del Verano (15 tantos) en los últimos 15 minutos de los partidos. Casi la mitad (47%) en las últimas medias horas de juego.
Así aniquiló al Team : con cuatro goles en los últimos 10 minutos.
Óscar explicó que el pasado miércoles, cuando sale expulsado Porfirio López, los jugadores solos se adaptaron a la línea de tres para seguir alimentando la ofensiva y acorralar al Herediano.
El “profe” no tuvo que aleccionarlos. Y eso es muy valioso, porque, como bien comentó Ramírez, en los juegos a veces el tiempo y el escándalo de los aficionados impiden que las ordenes transiten del centro de comando al campo.
Tres o cuatro atrás. La Liga fue conservadora en el primer tiempo de la semifinal en el Rosabal Cordero y salió con línea de cinco. Dejó que el Herediano tomara la batuta, y lo golpeó cuando fue necesario.
Eso, difícilmente, se repetirá esta noche, en el inicio de la final, pues la localía obliga e impulsa a los erizos a ser bastante ofensivos.
Las opciones parecen ser jugar con tres zagueros y dos extremos muy sueltos por los costados, o acomodar dos centrales y dos contenciones muy cautos y siempre vigilantes de mantener el orden.
Este semestre Óscar se decantó por usar línea de cuatro cuando enfrentó equipos de buena recuperación y contragolpe poderoso. Así lo hizo contra Herediano y Toluca.
Eso, porque tener a las alas reservadas cierra los espacios. A la vez da la posibilidad de achicar el campo, cerrando el bloque y atacando o defendiendo como unidad.
Es el panorama más probable para enfrentar a Saprissa. También, porque la sanción de López por la expulsión deja al equipo corto de defensores centrales; si bien Kevin Sancho y José Salvatierra se pueden parar frente a Pemberton a defender sin ningún apuro.
Lo que no cambiaría en ningún esquema es la mancuerna de la media entre Ariel Rodríguez y Luis Miguel Valle. El primero retrasado para cuidar el acceso por el centro y lanzar al equipo en el ataque. El segundo más libre, para sorprender tanto arriba como abajo.
Mac y Palacios. Desde hace fechas que Ramírez no cuenta con Jonathan McDonald y Jerry Palacios disponibles para el mismo juego. Ellos dos fueron el ataque estelar de la Concacaf, pero ya no es seguro que vuelvan a salir juntos al campo.
Los dos están en buen nivel, el catracho viene encendido con el gol y el tico es una máquina de sacar amarillas e incomodar zagueros. No es por falta de nivel que no jugarían juntos, sino porque tienen muy buena competencia.
Armando Alonso ha tomado un buen aire en los últimos meses y se ha ganado la venía del Macho con mucha entrega y disciplina táctica. Tiene el “plus” de que responde como delantero, volante o lateral.
Condiciones similares a las de Johan Venegas, otro pulmón disciplinado de mucha confianza
Quedan los gallos tapados, como un Osvaldo Rodríguez que aporta creatividad y la explosividad de los Allen Guevara, José Guillermo Ortiz y Álvaro Sánchez.
No se puede quejar Óscar, tiene material de sobra de donde escoger para controlar al Saprissa y atacarle sus debilidades.