Alajuela. Hoy la Liga y el entrenador Óscar Ramírez empezarán a cocinar el plan para el partido de vuelta de las semifinales. La misión: anotar uno o más goles.
Por eso Alajuelense dejará el verbo cauto de la ida y se enfocará en poner su rostro más ofensivo.
Entre las necesidades que debe abarcar el estratega erizo, lo urgente es solventar la ausencia de Allen Guevara en la ofensiva y romper las amarras que, con éxito, Saprissa le impuso en la mediacancha.
Eso sí, Ramírez tampoco va a descuidar la retaguardia.
El 4-3-3. El antecedente más ofensiva que tiene la Liga en este Invierno se dio en el segundo clásico, cuando los rojinegros golearon por 3-0.
En aquel partido del Nacional los manudos rompieron desde temprano la defensa morada con un sistema de cuatro defensores, tres volantes y tres delanteros.
Jerry Palacios, por el centro, y Johan Venegas y Armando Alonso, por los costados, ingresaron cuanto quisieron al área contraria.
Una de las piezas claves de ese juego fue Guevara, actuando como una especie de volante mixto que agregó mucho vértigo al ataque.
Por eso esta es una de las posibilidades más latentes que tiene Alajuelense para cambiarle la historia a la semifinal ante la S.
Para que la Liga vuelva a línea de cuatro es perentorio que Kevin Sancho retorne a su posición de lateral en la alineación titular. Así liberaría al Caya para que suba varios metros por la banda derecha.
También que alguien complemente el trabajo de Luis Miguel Valle y Ariel Rodríguez en la media. Ya sea Kenneth García –la fórmula del inicio del torneo– o Camilo Aguirre –posible as del Machillo–.
Entonces, Jerry, Johan y Armando tendrían como suyo el frente del ataque. Con la salvedad de que tanto Alejandro Alpízar como Álvaro Sánchez están completamente facultados para actuar.
El 3-5-2. Ramírez podría mantener el esquema que usó en Tibás, con algunos ajustes para romper más efectivamente el cerrojo morado.
Este sistema fue el que más réditos dio a la Liga en el torneo. Pero poco a poco se fue haciendo predecible y perdió efectividad.
El problema de la línea de tres zagueros centrales con dos extremos es que esas alas han sido fácilmente cortadas cuando el rival se evoca a mantener un orden estricto en la defensa.
Lo hizo Herediano cuando se midió a Alajuelense hace poco más de un mes. El Team se armó en retaguardia buscando el contragolpe y le dio a los manudos su última derrota previa a la del domingo.
Dejó claro que, con este estilo, a la Liga muchas veces se le enreda encontrar la creatividad necesaria para abrir espacios al frente.