Alajuela.
Cuando José Luis Cordero llegó a Alajuelense para el inicio del torneo pasado, se visualizaba como ese creativo que tanto extrañaban los rojinegros desde hace mucho tiempo.
Aunque siempre se movía en la cintura del León, Benito Floro no lo usaba en el puesto que desempeñaba en su exequipo, algo que le restaba visibilidad y lucidez al juego que podía desarrollar.
Cordero jugó en 18 partidos del Verano 2017 y marcó seis goles, un juego más y tres tantos menos que los registrados en el Invierno 2016 con Belén.
Esos números no eran malos para Chama, pero se le estaba complicando el panorama en ese torneo.
El español lo tenía relegado y después de ser titular indiscutible, se convirtió en un cambio habitual.
Para la serie contra el Olimpia, el volante no fue a Tegucigalpa. En el partido de vuelta tan solo jugó 45 minutos.
En el campeonato nacional registraba 65 minutos contra Grecia, 90 frente a Santos, 57 ante Herediano y ni siquiera fue convocado para la visita de la Liga a Guadalupe, que a la postre se convirtió en el fin de la era de Floro en Alajuelense.
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No obstante, con el nombramiento de Wílmer López como técnico manudo se acabaron los problemas para Cordero.
Su panorama cambió de forma radical, pues el Pato le firmó la boleta de libertad para que juegue como creativo, rol que desempeñó el domingo pasado, en el clásico que Alajuelense le ganó a Saprissa con doblete de Jonathan McDonald.
"Me sentí muy cómodo, feliz. El nuevo cuerpo técnico me dio esa responsabilidad y esa libertad de moverme por todas las zonas del campo, siempre buscando el balón y tratando de empezar a filtrar balones a Jonathan McDonald y a Yitan (Bryan Jiménez) que estaban en punta", relató Cordero.
El 10 de la Liga ahora refleja la alegría que también se les nota a otros integrantes del equipo, y él quiere plasmar eso en la generación de juego.
"La verdad es que estoy muy contento, recibo el respaldo de mis tres entrenadores -Wílmer, Jozef Miso y Mauricio Montero- y eso hace que el estado anímico mío haya cambiado muchísimo", afirmó.
Cordero insiste en que no tiene ningún tipo de resentimientos con Benito Floro.
"Yo fui muy claro, que esa parte, que ese capítulo ya lo cerré, sin resentimientos, estoy muy agradecido con el anterior cuerpo técnico porque a pesar de las cosas que se dieron, hay cosas positivas que ellos le dejaron a uno y para uno eso es más importante".
Según las estadísticas de La Nación, en esos 212 minutos que Cordero jugó con Floro, el futbolista de 30 años recibió cinco faltas.
En cuanto a remates, sumó cinco directos y tres desviados, le anotó de penal a Grecia y convirtió con un cabezazo contra Santos. Frente a los morados, hizo un tiro desviado de pierna derecha.
Después de pasar un trago amargo desde el palco del Colleya Fonseca, Cordero volvió a la titularidad con Wílmer López y cree que a partir de ahora, la Liga despegará.
"Contra Saprissa fue un partido bueno y en un ambiente increíble. A uno se le eriza la piel al ver a esta afición así, alentándonos. Estuve en la acera del frente y nunca había experimentado lo que viví en este clásico. Estoy contento y orgulloso", subrayó.
En la atmósfera manuda se respiran aires de motivación luego de la victoria contra los morados, pero ese juego ya se archivó y los erizos se enfocan en lo que será su visita a Carmelita, este miércoles, a las 8 p. m., en el Colleya Fonseca.
"Va a ser un partido difícil, pero queremos seguir haciendo las cosas bien y es que si ganamos nos metemos en zona de clasificación, que es lo que andamos buscando".
Para este partido, el Pato tiene que realizar tres cambios obligados como mínimo, debido a que el portero Patrick Pemberton, el lateral derecho José Andrés Salvatierra y el central Kenner Gutiérrez se encuentran con Óscar Ramírez en la Selección Nacional.
A eso se le añade que el lateral izquierdo Kurt Frederick salió golpeado en el clásico.
El juego tiene otro ingrediente y es que la Liga se reencontrará en la cancha con un hombre que conoce los secretos manudos, como Guilherme Farinha.
Mientras que Alajuelense aspira a dar ese salto a los primeros puestos de la tabla, los verdolagas llegan con la soga al cuello, al ser coleros con apenas un punto en lo que va del Apertura.