Alajuela
Después del gran susto que se pegó al fracturarse la mandíbula, el defensor Harold Cummings siente que esta pesadilla se acabó y ahora solo cuenta los días para volver a jugar.
El viernes pasado, el defensa se fue para Panamá, para conocer a su bebé recién nacida y al retornar a Costa Rica, en el Instituto Nacional de Seguros (INS) le dieron la noticia que tanto esperaba.
"Es una emoción volver a entrenar, me pican los pies por estar en la cancha, pero todo es un proceso, hay que ir paso a paso, estoy con ansias de volver y estoy muy contento de que el médico me diera de alta para empezar a entrenar. Entonces, a meterle con todo, a entrenar mejor que los compañeros para regresar más fuerte que nunca y aportarle un poquito al profe (Guilherme) Farinha", manifestó Cummings.
Durante todos estos días el zaguero tuvo que llenarse de fe y de paciencia para comprender que tenía que ir quemando etapas.
Además, aprendió a soportar el dolor, que semana a semana tiende a ser menos.
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"Tiene que haber dolor porque es una lesión y sin dolor no hay gloria, entonces hay que aprender a sobrellevar el dolor, no es un dolor intenso, lo puedo controlar. Esperemos que no haya más dolor y si hay, se trabaja sobre él para conseguir el éxito", recalcó Cummings.
En Alajuelense toman esta noticia con mucha alegría, porque con su retorno se fortalece la zona defensiva en la etapa más importante del campeonato.
"Cummings estaba haciendo trabajos físicos, pero ya puede practicar fútbol", manifestó el gerente deportivo de la Liga, Víctor Badilla, quien agregó que el canalero "se llevará alrededor de unos 10 o 15 días para tenerlo ya a un 100%, es una muy buena noticia para la institución".
El zaguero sufrió un accidente el pasado 18 de agosto durante un colectivo de los rojinegros.
En una jugada accidental, el portero Alfonso Quesada lo golpeó con la rodilla.
El impacto fue en la parte posterior de la cabeza de Cummings, quien presentaba un golpe en el cráneo y fractura en la mandíbula.
Al principio, todo hacía indicar que el defensor estaría tres meses fuera de las canchas y que se perdería el torneo.
Sin embargo, después de que lo operaron en el Hospital del Trauma, su rehabilitación fue más pronta de lo esperado y desde este martes se entrena con completa normalidad junto a sus compañeros.
Durante los primeros días posteriores al accidente, Cummings tan solo podía ingerir líquidos y esa dieta provocó que perdiera peso de forma considerable.
El canalero bajó aproximadamente entre cuatro y seis kilos.
Por otra parte, en la Liga aún no tienen la fecha exacta de la operación de Pablo Gabas.
Sin embargo, esa artroscopía se le practicará esta misma semana y cuando se le efectúe ese procedimiento, se conocerá con exactitud si solo presenta un problema de meniscos en la rodilla izquierda, o si también tiene roto el ligamento cruzado anterior.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, el capitán Gabas podría estar entre ocho semanas y ocho meses fuera de las canchas.