Uno de los mayores ídolos del archirrival manudo, Wálter Centeno, volvió a pisar el césped del Alejandro Morera, pero esta vez para dirigir al Municipal Grecia, que salió goleado 3-0 ante Alajuelense.
Uno de los duelos más esperados para la afición rojinegra, desde el ascenso de Grecia, era la vuelta del Paté al Morera Soto, debido al pasado morado del entrenador griego, así como su particular forma de dirigir y expresarse durante y después de los compromisos.
El ambiente hostil para el exmorado empezó desde el anuncio de las alineaciones, cuando en los parlantes del estadio se mencionó su nombre, ya que toda la afición manuda se unió en una voz para insultarlo y silbarlo.
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Cuando ingresó a la cancha, la afición rojinegra aprovechó para recordarle su pasado en Tibás; sin embargo, una importante cantidad de afición de Grecia lo aplaudió para que sintiera el apoyo de sus parciales.
Caminando de un lado al otro, Centeno inició el juego pidiéndole a los suyos intensidad y presión sobre el rival, para amargarle la fiesta a su archirrival de siempre; sin embargo, la afición local no dejó que se sintiera a gusto con los constantes reproches desde la grada.
En un primer tiempo que se mantuvo parejo, el Paté lograba contener a los rojinegros de celebrar en su casa, pero su primera frustración llegó con el gol de Jonathan McDonald, a los 38 minutos, lo que le permitió al Morera Soto unirse en una sola voz a cantarle y dedicarle la anotación al Paté, que no evitó mostrar su frustración y enojo por la anotación recibida.
La segunda mitad se convirtió en una pesadilla para Centeno, ya que a los 54', José Luis Cordero marcó el segundo tanto rojinegro, lo que generó la molestia en el entrenador griego, llevándolo a realizar dos cambios consecutivos para buscar revertir el resultado.
La afición rojinegra hizo de las suyas y mantuvo el canto en apoyo a su equipo, pero sin dejar de un lado al exsaprissista, que vería a su equipo quedarse con un hombre menos, al 62'.
En los minutos siguientes, la resignación del banco visitante se empezó a reflejar, y más aún con el buen juego liguista que tuvo para aumentar la cuenta en repetidas ocasiones, hasta que a los 90', Jamille Boatswain decretó el 3-0 definitivo, generando que el estadio explotara y aprovechara para cantar el "ole" a los pupilos de Centeno.
En la conferencia de prensa, Centeno se mostró motivado y decidido a seguir con su estilo de buen fútbol. Cerró la atención a los medios de comunicación con una metáfora de cuando un hombre quiere enamorar a una dama, pero no lo logra al 100%, dando entender que ante los grandes, solo le falta anotar para ganar.