Alajuela
El cambio generacional en Alajuelense hace que la dirigencia tenga mucha cautela y que no prometa el título inmediato con Benito Floro.
Los cachorros rojinegros saben que tienen que agarrar espuela en Primera, pero eso no significa que no piensen en lograr cuanto antes ese título 30 que tanto anhela el liguismo.
Los actuales jugadores erizos, formados en la casa manuda, tienen ese espíritu ganador desarrollado a través de los años en los campeonatos de las diferentes categorías en las que han militado y, por eso, se tienen confianza y están seguros de que en este Verano darán guerra.
"Si algo queremos todos en el equipo, los jóvenes, los adultos, los más viejos, los profes, es que este no sea un proceso tan largo, que sea lo más rápido para llegar al objetivo de alzar a la 30", manifestó el defensor Darío Alfaro.
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Pese a que Alajuelense perdió el sábado pasado por 1-2 contra el Santos de Guápiles, dejó una buena impresión.
"La base para todo siempre es trabajar, hay que mejorar, pero se vio un equipo con ganas, con sacrificio, con fuerza, con lucha, con entrega, que es lo más importante para nosotros en este momento", mencionó el zaguero.
Alfaro no está de acuerdo con quienes piensan que los jóvenes ganan partidos y que los títulos quedan para los equipos más armados de experiencia.
"Si hablamos de juventud, a nosotros se nos facilita el toque de balón, tenemos un poco más de dinámica y al final nos pasa un poco la factura, pero se nos vio con buena dinámica, con buen sacrificio, con buen esfuerzo y si logramos plantear esa idea de una mejor manera, creo que se nos va a ver bien en el torneo y este proceso tal vez lo podemos hacer mucho más corto", señaló.
Además, aseguró que para toda esta nueva generación fue muy importante sentir el respaldo de la afición.
"Ver el estadio así (casi lleno), nos ayuda mucho, al menos en el caso mío me llena mucho, me siento muy contento de jugar en este club. La idea de consolidarme ahí va a ir poco a poco, ahí vamos a seguir trabajando todos juntos".
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A pesar de que él actuó en un partido del Invierno pasado, la experiencia del sábado fue distinta.
"Uno siempre siente nervios, esas famosas mariposas en el estómago, era mi primer partido aquí en casa y al salir a calentar y ver al estadio así, uno se pone nervioso, creo que es lo más normal, siempre va a suceder, ese nerviosismo siempre va a estar, pero eso queda en el camerino; cuando uno sale a jugar ya va con más confianza, con más seguridad".
Y agregó: "Para uno es un sueño estar en un club tan grande, para mí es el club más grande del país, con la mejor afición, con la afición más grande y es un sueño para todos estar juntos, porque uno desde pequeño veía muchas caras conocidas y uno no sabía qué podía pasar con uno o con otro y ahora ver que estamos en el primer equipo juntos es muy importante para cada uno de nosotros y nos llena mucho".
A pesar de que la Liga recibió dos goles en táctica fija contra Santos, los manudos continuarán con su nuevo sistema de marcación, por zona.
"La idea se mantiene, es la misma, creo que seguiremos marcando por zona, la idea es hacernos fuertes con esa idea, nos falta practicar, sí, pero vamos a morir con esa idea", reseñó Alfaro.