Esa es una de las partes de la propuesta que hizo el manudo para conciliar, en una audiencia realizada anoche en los Tribunales de Alajuela, la cual fue aceptada tanto por el zaguero morado como por la jueza Ligia Arias y la representante de la Fiscalía, Evelyn Bedoya.
La cita judicial arrancó a las 7 p. m., como continuación a la del día anterior, la cual fue suspendida porque Sequeira no había sido convocado a compadecer.
Además de comprometerse a no poner un pie en los estadios durante 12 meses, Hernández Ramírez deberá pagar ¢450.000 a la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Nacional de Niños, en apoyo a la lucha contra el cáncer infantil.
Dicho pago se hará en tractos de ¢37.500 por mes. Esto eso, que se pagará en el plazo de un año.
El agresor, de 30 años y vecino de Alajuela centro, se comprometió a no molestar en el futuro ni a Sequeira ni a su familia.
La primera solicitud fue aceptada por el agresor, pero no la segunda, la cual fue objetada por su abogado, José Rodolfo Estrada.
Ante ello, la parte acusada solicitó a la jueza Arias unos minutos para analiza el asunto, tras los cuales propusieron ofrecer disculpas públicas en el estrado donde se realizó anoche la audiencia. Esta posición fue aceptada por Sequeira, quien escuchó de boca del su agresor las disculpas del caso.
“Lo vi celebrar (el triunfo de Saprissa, 1-2), me llené de ira y lancé el reloj, pero no lo hice con el fin de causarle daño alguno. No obstante, le ofrezco mis disculpas por ello”, aseveró el infractor.
Tras esta declaración, Hernández Ramírez y Sequeira se dieron la mano en señal de que estaban complacidos con el acuerdo.
Tras la diligencia judicial, tanto el jugador como el aficionado manudo prefirieron no brindar declaraciones ante la prensa.
La jueza Arias sostuvo que esta conciliación se mantendrá durante un año, fecha en la cual se evaluará si se cumplió a cabalidad.