Con el último gol logrado en el Sporting de Portugal, Bryan Ruiz González alcanzó la marca de 100 anotaciones conseguidas en Europa, tras una década de éxitos en el Viejo Continente, años en los que no todo ha resultado fácil para quien sigue siendo el muchacho humilde y buena gente de Alajuelita.
Su incesante taconear por cuatro países: Bélgica, Holanda, Inglaterra y Portugal, le ha deparado esas anotaciones, hechas por un mediocampista ofensivo con dominio de balón, inteligencia, visión de juego y, sobre todo, nobleza y espíritu deportivo, los atributos del capitán de la Tricolor .
Cuando uno observa los partidos del fútbol de la Primera División costarricense, la forma soez en la que muchos capitanes de los equipos se dirigen a los árbitros --con la pasmosa permisividad de estos--, aprecia aún más la estatura moral y la personalidad de Bryan Ruiz, un muchacho amable pero firme en sus convicciones, las que da a conocer y manifiesta sin arrogancia, dentro y fuera de la cancha.
Hemos destacado en otras ocasiones la forma adecuada de conducirse de los hermanos Bryan y Yendrick Ruiz, normas de urbanidad que adquirieron durante la infancia, prácticamente desde la cuna, gracias a la vigilancia, disciplina y ejemplos en el hogar, valores inculcados por Rosita y Rubén González, la madre y el abuelo de estos jóvenes que honran al fútbol nacional.
Hace pocos días, Bryan relató en una entrevista las distintas etapas que le ha tocado superar en esta década tan fructífera. Y citaba no solo los aspectos futbolísticos relevantes en su trayectoria, sino también su experiencia de vida y la cultura general que comenzó a labrar en un mundo desconocido, de San Felipe de Alajuelita a la mítica Europa.
A propósito, recuerdo que en agosto de 1996, con motivo del partido entre Costa Rica y Chile (2-2, en Liberia, Guanacaste), el colega Fabio Vega y el suscrito tuvimos la oportunidad de realizarle una corta entrevista a Iván Zamorano.
“¿Cómo hace usted para adaptarse a las diferentes formas de vida y culturas en su largo trajinar internacional?”, le preguntamos. –“Llevo en mi ser los valores que me inculcó mi madre. Eso ha sido suficiente para vivir en cualquier país y para superar las dificultades”, respondió el astro.