¡Atrévase, Florentino!, a contratar otro portero de jerarquía, cuando tiene al campeón de la Champions.
Atrévase a despreciar a quien solo recibió tres goles en 11 partidos, al de las 28 paradas en 31 remates directos.
Atrévase a creer que el Real Madrid debe respetar su linaje y tener al guardameta de la selección española. Atrévase a olvidar que su equipo (que tampoco es suyo) tiene más aficionados en América Latina que en España.
Atrévase a repetir la salida de quienes se han ganado el puesto en la cancha, como el despachado Ángel di María o el también campeón de la Champions Diego López. Corrijo: casi olvido que la Orejona del 2014 llegó con Casillas (y pese a Casillas), cuyo error en un gol apenas fue enmendado en el último suspiro con el empate de Ramos. Entonces, López era el titular en la Liga y Casillas en la Champions. En todo caso, el problema no pasa por Iker, que aunque venido a menos en sus últimos tiempos con el Real Madrid también le dio mucha gloria al equipo merengue.
Usted solo atrévase a valorar la venta de camisetas y publicidad por encima del fútbol.
Atrévase, Florentino, a ignorar que el arquero al que casi envió al Manchester, desempacó maletas y regresó al club sin berrinches, siempre con el perfil bajo, nunca con una declaración incendiaria.
Atrévase, Florentino, a declararse tonto, ciego y sordomudo ante la ovación del Bernabéu, cuando el presentador anunció a Keylor Navas, el penúltimo madridista en aparecer en la tarima del festejo.
Lo peor es que creo que sí se atreve. A ver... ¡atrévase!